Ahora que te marchas después de bastantes años en Barcelona, tu tierra, es tiempo de hacer balance. ¿Cuál es el mejor recuerdo que te llevas de este tiempo? ¿Y el peor?
Uy, es muy difícil contestar a esta pregunta. Llegué a Barcelona hace seis años y son muchas las experiencias que he ido acumulando. Creo que no puedo hablar de lo mejor y lo peor, porque al final todo contribuye para el bien de los que aman a Dios (Rm 8)
Pero puedo enumerar algunas cosas:
Estos años han sido años llenos de luchas, retos, novedades. Toda la situación del movimiento se ha vivido también en Barcelona. Ha sido para mí emocionante caminar de la mano de Jesucristo. Han sido años de profunda oración y discernimiento; de caminar con mis hermanas las consagradas, por momentos de oscuridad y por momentos de luz. Esto es bonito, nunca he estado sola.
Puedo decir también, que voy a dejar medio corazón en mi propia ciudad; he tenido la inmensa dicha de gozar trabajando en mi propia cultura y cerca de mi familia. He aprendido mucho representando al movimiento en todos los temas relacionados con la pastoral juvenil. He podido ver en primera persona el apoyo de la Iglesia y también el granito de arena que estamos llamados a ser.
Desde hace tres años me nombraron directora de la comunidad; tengo mucho que agradecer a cada consagrada que forma parte de ella. Todas han sido para mí verdaderas hermanas, y puedo decir que esta comunidad me ha ayudado a crecer como persona y como consagrada.
¿Qué has aprendido en este tiempo en Barcelona?
Lo he aprendido prácticamente todo. Es más, aprendo cada día de todo y de todos.
He aprendido a escuchar, a rezar lo que escucho, a amar, a discernir, a hacer familia.
He aprendido el arte de la pastoral juvenil. Desde que llegué conté con el apoyo de los legionarios, especialmente del P. Javier Oseguera; él me enseñó muchas cosas del trabajo con jóvenes.
Pero puedo enumerar algunas cosas:
Estos años han sido años llenos de luchas, retos, novedades. Toda la situación del movimiento se ha vivido también en Barcelona. Ha sido para mí emocionante caminar de la mano de Jesucristo. Han sido años de profunda oración y discernimiento; de caminar con mis hermanas las consagradas, por momentos de oscuridad y por momentos de luz. Esto es bonito, nunca he estado sola.
Puedo decir también, que voy a dejar medio corazón en mi propia ciudad; he tenido la inmensa dicha de gozar trabajando en mi propia cultura y cerca de mi familia. He aprendido mucho representando al movimiento en todos los temas relacionados con la pastoral juvenil. He podido ver en primera persona el apoyo de la Iglesia y también el granito de arena que estamos llamados a ser.
Desde hace tres años me nombraron directora de la comunidad; tengo mucho que agradecer a cada consagrada que forma parte de ella. Todas han sido para mí verdaderas hermanas, y puedo decir que esta comunidad me ha ayudado a crecer como persona y como consagrada.
¿Qué has aprendido en este tiempo en Barcelona?
Lo he aprendido prácticamente todo. Es más, aprendo cada día de todo y de todos.
He aprendido a escuchar, a rezar lo que escucho, a amar, a discernir, a hacer familia.
He aprendido el arte de la pastoral juvenil. Desde que llegué conté con el apoyo de los legionarios, especialmente del P. Javier Oseguera; él me enseñó muchas cosas del trabajo con jóvenes.
He aprendido a ser pastora aunque tengo mucho aún que aprender.
¿Qué sabes de Brasil...? ¿Qué retos vas a tener que afrontar?
De Brasil no sé mucho. Estuve en la JMJ en el verano del 2013. Me encantó la gente, nos dan mil vueltas en su capacidad de acoger.
Son bastantes los retos que ahora mismo puedo vislumbrar: conocer la cultura, aprender la lengua, aprender a ser directora territorial; escuchar a Dios, orar, discernir.
Pues sí y no. Es un salto mortal por los retos que implica. Y no lo es porque cuando me consagré le di un sí total a mi Esposo y me lo llevo donde Él quiera mandarme, así que confío mucho en Él.
¿Cómo te enteraste de esta nueva misión que te encargan? Ahora que tenemos nuevos Estatutos para vida consagrada, ¿ha cambiado en algo la manera de informar estos cambios?
Ahora creo que la manera de informar es más cálida, más humana.
Me llamó Gloria Rodríguez por teléfono, el Domingo de Ramos, y me preguntó si aceptaba esta nueva misión y me dijo que dedicara tiempo a orarlo para dar una respuesta. No vi ningún impedimento grave para aceptar la misión, así que dije que sí.
¿Qué te viene a la cabeza cuando piensas que tienes que dejar no solo tu país, sino también tu ciudad, a los tuyos... e irte hasta tan lejos?
Jaja, lo primero que te viene es un: ¡¡¡¡ SOCORROOOO!!! Pero luego pienso que me da una gran alegría seguir lo que Dios me pide.
Dinos tres o cuatro cosas que seguro que vas a meter en la maleta...
Mi Biblia; las notas de cursos estupendos que hemos tenido estos años; ropa, y... no me cabe nada más.
Cuéntanos tu experiencia en el Comité Ejecutivo Territorial
Ha sido otro espacio de verdadero aprendizaje. Creo que hay mucho camino por recorrer y mucho que seguir aprendiendo. Pero lo mejor de todo ha sido que hemos ido aprendiendo el arte del diálogo, de hacer comunidad, de ponderar los temas y de buscar juntos la voluntad de Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por darnos tu opinión