23 de junio de 2015

Entrevista | H. Alberto Puértolas, L.C., en vísperas de su ordenación diaconal: “A través de las personas, el Señor me cambió la vida: el Movimiento me entusiasma”


El H. Alberto Puértolas se ordenará diácono el próximo 4 de julio en Chile y es uno de los dos españoles que se ordenan sacerdotes en la Legión de Cristo el próximo diciembre. Tiene en su haber los 18 años de laico consagrado del Regnum Christi en Barcelona y Chile, principalmente, lo que le aportan toda una experiencia humana y espiritual de primera magnitud.

Es una persona que sabe compatibilizar muy bien la vida espiritual, el servicio a los demás y el amor al Regnum Christi, y todo ello con una alegría desbordante. Para conocerle un poco más, lee la siguiente entrevista.





Usted está en vísperas de ordenarse sacerdote, pero usted antes fue usted laico consagrado del Regnum Christi...

Dios es muy bueno y me lo quiso regalar. Han sido los años más felices de mi vida. Sigo enamorado de la vida consagrada en el Movimiento.

Una vez entré en el noviciado de la Legión, con 40 años, estando una tarde en silencio en la capilla, percibí en mi interior con mucha claridad una luz que casi enseguida verbalicé así: “Alberto, yo siempre te he querido legionario. Pero para ser el legionario que yo pienso, tú debías conocer y amar el Movimiento como ahora lo haces. Y sin estos 18 años de vida consagrada, no hubiera sido posible. Yo no tengo prisa. A mí me gusta hacer bien las cosas”.

¿Cómo es la formación de un legionario antes de ordenarse que, como en su caso, viene de la vida consagrada? ¿Le convalidan algo…?
Creo que no existe una “tabla de convalidaciones”. La formación es siempre personalizada. En mi caso, entiendo que los superiores han considerado que, tras mi vida como consagrado, algunos de los objetivos que se buscan en la formación de un sacerdote religioso legionario ya estaban adquiridos. He completado lo que pide el Derecho de la Iglesia, un año de noviciado y completar un quinquenio de estudios filosófico-teológicos. La formación, de todas maneras, sigue, es permanente.

La vida consagrada ha evolucionado mucho desde que usted estuvo en ella. ¿Cómo la ve desde fuera y tras su experiencia de haber estado dentro?
Con mucha esperanza. Hay desafíos nuevos. Estamos aprendiendo a vivir en un equilibrio armonioso entre estos tres factores: laicos, consagrados, del Regnum Christi. Nos hará falta un poco de paciencia, comprensión y apoyo. Percibo mucha claridad en los Estatutos de los laicos consagrados. Los leí y enseguida resonó en mi corazón: “Esto es”. Si alguien tiene dudas, que los lea bien.

Por mi trabajo actual en la Dirección General del Movimiento, donde mi jefa es una consagrada, también estoy conociendo mejor la vida consagrada femenina y la veo con mucha esperanza y confianza en Dios. Si te digo que nunca había tenido tan buen jefe, mejor no lo publiques.

Amo la vida consagrada, esta vocación me parece el mejor de los regalos.

Usted es una persona muy extrovertida, pero a la vez por lo que cuenta una persona de profunda vida de oración y confiada en Dios, ¿cómo se consigue ese equilibrio entre lo contemplativo y lo conquistador?
Quien haya formulado esta pregunta será un estupendo periodista, pero en este caso le ha fallado la fuente de información sobre mi persona…

Mi experiencia es que las cosas de Dios no “se consiguen”. Se acogen. Yo sólo estoy empezando a vivirlo. Siempre he sido poco precoz para mis cosas.

Oiga, ¿y a la legión, cómo la ve? Recuerdo que en su momento usted nos contaba que le gustaba una frase del Papa Francisco: “Prefiero una Iglesia accidentada que una Iglesia enferma”…
A veces, cuando me preguntan por qué me hice legionario ahora, respondo: “Hombre, ¡porque está de moda!”. Por lo vivido, pienso más en clave de Movimiento que de Legión, sin poder separarlos. Jesucristo me ha salido al encuentro a través del Movimiento, de la Legión. ¿Cómo los voy a ver? Con amor filial.

Cualquiera que ame a su madre o a su padre pensaría que soy un desagradecido si me pusiera a decir ahora que “a pesar de sus límites y defectos…”, a los que por cierto yo contribuyo en primera persona.


Usted es español, pero es un enamorado de Chile… ¿qué es lo que le gusta tanto de este país tan lejos del suyo?
Su gente. Muchas personas a las que quiero de todo corazón… y por las que me siento tan querido. Son relaciones en el Señor. Todo lo que es en el Señor reluce, brilla.

En Santiago de Chile estuve más de 12 años dirigiendo la sección de jóvenes del Movimiento. Había que elegir el bien a hacer, de tantas posibilidades que se fueron abriendo. Recuerdo con especial cariño la entrega y el compromiso de tantos jóvenes, auténticos apóstoles en sus ambientes ordinarios de vida, la armonía en el trabajo en conjunto con el ECYD y los colegios del Movimiento en Santiago, la Universidad… y las misiones. Participé en más de 40 misiones en distintos lugares de Chile y en varios países de Sudamérica.

Bueno, se cumple parte de su sueño, cuando le preguntamos en la sección de “Los de Roma” que a dónde le gustaría ir destinado, usted dijo Chile… Por lo menos se ordena allí. Por cierto, ¿cuál es su próximo destino?
Me quedo en Roma, colaborando en la Dirección General, en el área de pastoral. Si me lo hubieran dicho años atrás, hubiera pensado que el interlocutor estaba loco o pasando por un momento de poca lucidez. Dios es muy creativo.

¿Y Barcelona? ¿No me diga que no le gustaría volver por casa?
He vivido ya cinco años como consagrado en Barcelona. Vuelvo de vez en cuando para estar con la familia y ver amigos. Si mis superiores lo ven conveniente, claro que volveré feliz.

Hablando de Barcelona, ¿cómo conoció el Regnum Christi? ¿A quién recuerda especialmente de aquella época?
El P. Salvador Maciel, compañeros de colegio que en mi primer año de universidad me invitaron a formar parte de un equipo de la sección de jóvenes que se estaba formando. Recuerdo a muchas personas y, sobre todo, en cada una de ellas mucha auto convicción y alegría. A través de ellas, el Señor a mí me cambió la vida. El Movimiento… a mí me entusiasma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por darnos tu opinión