Scholas Ocurrentes es una obra fundada por el Papa Francisco con la que quiere hacer una llamada a crear la Cultura del Encuentro, con el objetivo de volver a unir lo que se partió: la técnica con la pasión, la razón con el sentimiento, la vida con la educación. A continuación detallamos en qué consisten estas líneas de participación, y para más información sobre contenidos o cómo enviar tu comunicación o poster al congreso, entra aquí. Ten en cuenta que la fecha límite es el 26 de abril.
1. Educar es integrarse
El papa Francisco en marcó la educación siempre dentro de una visión amplia de la sociedad, como un contexto vital para cumplir y asumir compromisos comunes para la construcción de la comunidad civil. Educar, por tanto, significa construir una nación, y la educación no es exclusivamente individual sino también popular.
2. Dar la bienvenida y celebrar la diversidad
2. Dar la bienvenida y celebrar la diversidad
Otro elemento central para la construcción social es la aceptación de la diversidad. Las diferencias deben considerarse como “desafíos” positivos, como recursos, no como problemas, para ser valorados por el bien de todos, para la construcción de una sociedad y un futuro juntos como pueblo, como nación.
3. Abordar el cambio antropológico
3. Abordar el cambio antropológico
El Papa Francisco sabe perfectamente que los desafíos educativos ya no son los del pasado. Que no se puede asumir la actitud de avestruz y que “el mundo es diferente”. Pablo VI, tan estimado por él, había escrito que evangelizar significa: “Llevar la Buena Nueva a todos los estratos de la humanidad en transformación”; de lo contrario la evangelización corre el riesgo de convertirse en un adorno, en una pintura superficial. Este abordaje comienza en la Educación.
4. La inquietud como motor educativo
4. La inquietud como motor educativo
El cardenal Bergoglio dijo que la única forma de recuperar el legado de los padres es la libertad: lo que recibo es mío si se entrecruza con mi libertad. Y no hay libertad si no hay inquietud. Para él, la madurez, por lo tanto, no coincide con amoldarse y la educación no consiste en “amoldar” a los niños sino en impulsarlos hacia una creatividad educativa y formadora.
5. Una pedagogía de la pregunta
5. Una pedagogía de la pregunta
En un discurso del cardenal Bergoglio a las escuelas católicas de Buenos Aires afirmaba: “Nuestras escuelas no deben aspirar a formar un ejército hegemónico de cristianos que conozcan todas las respuestas, sino que deben de ser el lugar donde se acoja todas las preguntas”. También porque “la verdad de Dios es inagotable, es un océano del que apenas podemos ver la orilla”.
6. No maltratar los límites
6. No maltratar los límites
Debemos tener conciencia de los límites (propios y ajenos) y de aceptarlos. En 2003, el cardenal Bergoglio afirmó la necesidad de “crear a partir de lo que existe”. Y, por lo tanto, sin idealismos. Esto implica, escribió: “Que uno es capaz de reconocer las diferencias, los conocimientos técnicos preexistentes, las expectativas e incluso los límites de nuestros niños y sus familias” para construir a partir de ellos.
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