"Queremos que los jóvenes puedan tomar conciencia de la importancia de cuidarse por dentro, en la parte interna e íntima de la persona, en una dimensión profunda de nuestra existencia como personas, es decir, el alma", comenta Borja. En este sentido, se aborda el tema del cuidado que se debe de poner sobre la calidad de la intencionalidad, las palabras, los pensamientos y las acciones que se desarrollan, los cuales impactan directamente en su experiencia vital individual (hacia dentro) y también en la de sus compañeros (hacia fuera).
Otro punto es ayudarles a tomar conciencia del grave daño que supone en estos años de adolescencia relacionarse desde las etiquetas y los juicios ligeros, sin tener en cuenta las emociones, circunstancias o contextos que afectan a cada alumno más allá de las paredes del colegio. La metodología es la siguiente: hacer preguntas que motiven a la reflexión, ejercicios en papel y dinámicas con materiales que ilustran lo expuesto.
"La formación académica debe de ir en paralelo con la formación en valores y experiencias vivenciales de contenido humanista que lleve a la reflexión y contribuya a que desarrollen habilidades de relación sanas y respetuosas entre compañeros de clase", concluye el Coach.
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