Después de más de 10 años trabajando en hostelería de manera estable, una grave enfermedad obligó a Mijahela a abandonar su trabajo de cocinera y a enfrentarse por sí sola al cuidado de su hija de años: “Me quedé absolutamente fuera de toda posibilidad de trabajar, porque mi trabajo es muy duro y hay que estar bien físicamente, y cuando superé el cáncer la situación de crisis era muy mala”.
Los ahorros le duraron un tiempo pero llegó un momento en que sin ningún ingreso ya no podía hacer frente a las facturas, el alquiler y la manutención de su hija.
“Se unía otro problema, yo no puedo estar 12 horas trabajando fuera de mi casa, ni en turnos de fin de semana, o por la noche como hice algún tiempo, porque estoy yo sola para cuidar a mi hija, no puedo dejarla sola”
Llegó un momento en el que tuvo verdaderos problemas para afrontar aspectos básicos como la alimentación y pidió ayuda a través de los servicios sociales municipales que le informaron del programa Yo Cocino Empleo al que llegó en noviembre de 2014.
Alimentos, formación y trabajo
Cada semana recogía menús y cestas de alimentos, a la vez que se encontraba con la orientadora de empleo de la fundación: “Ella me informaba de las ofertas de trabajo y me recomendó un curso del programa Incorpora de ayudante de cocina que estoy haciendo ahora. Estoy muy contenta porque es muy especializado y estoy segura que me va a ser mucho más fácil encontrar un trabajo en un hotel o una cadena de restaurantes con horarios de trabajo más variados con los que también pueda atender a mi hija”.
Ella es una de las personas a las que se ha acompañado para lo primero ayudarles en lo más básico y mientras trabajar conjuntamente en las herramientas con las que poder salir de la situación y encontrar un empleo.
“Estoy inmensamente agradecida a la fundación por todo lo que han hecho por mí y por haberme ayudado a encontrar el camino para poder salir de esta situación, no sé que habría podido hacer, estaba totalmente perdida, ahora estoy segura de que voy a tener por fin un empleo bueno para mí”.
Cada semana recogía menús y cestas de alimentos, a la vez que se encontraba con la orientadora de empleo de la fundación: “Ella me informaba de las ofertas de trabajo y me recomendó un curso del programa Incorpora de ayudante de cocina que estoy haciendo ahora. Estoy muy contenta porque es muy especializado y estoy segura que me va a ser mucho más fácil encontrar un trabajo en un hotel o una cadena de restaurantes con horarios de trabajo más variados con los que también pueda atender a mi hija”.
Ella es una de las personas a las que se ha acompañado para lo primero ayudarles en lo más básico y mientras trabajar conjuntamente en las herramientas con las que poder salir de la situación y encontrar un empleo.
“Estoy inmensamente agradecida a la fundación por todo lo que han hecho por mí y por haberme ayudado a encontrar el camino para poder salir de esta situación, no sé que habría podido hacer, estaba totalmente perdida, ahora estoy segura de que voy a tener por fin un empleo bueno para mí”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por darnos tu opinión