23 de septiembre de 2015

Rocío Caballero, 25 años consagrada en el Regnum Christi: “Mi vida es una historia de amor en la que Cristo cada día me seduce y enamora más”

Este mes de agosto, Rocío Caballero, Monique Villen y Carmen Tapia han cumplido 25 años de consagración a Dios en el Regnum Christi. Rocío, que actualmente vive en Mirasierra y trabaja en el colegio Highlands El Encinar en pastoral de adultos, lo celebró este fin de semana con su familia y las consagradas de su comunidad.

Rocío explica en un testimonio que ha escrito con motivo de sus 25 años de consagración que agradece a Dios “de todo corazón haberme llamado a la vida consagrada en el Regnum Christi... Mi vida es una historia de amor, donde cada día Cristo me seduce y enamora más”.

No se olvida de su familia, a la que agradece también “el respeto, el apoyo y el cariño que siempre he recibido de ellos hasta el día de hoy”. De hecho, a la celebración acudieron su madre, hermanos, cuñados, sobrinos, tíos… Una celebración que comenzó con una Misa de acción de gracias celebrada por el P. José Félix Medina, L.C., y una comida y convivencia entre la familia de Rocío y las consagradas de su comunidad.


Para leer el testimonio de Rocío Caballero, pincha aquí.




¿Qué significa mi 25º aniversario de consagración?

“Mi 25º aniversario de consagración es un regalo de Dios inmenso. Le agradezco de todo corazón haberme llamado a la vida consagrada en el Regnum Christi, su Fidelidad y Misericordia infinita para conmigo. Mi vida es una historia de amor, donde cada día Cristo me seduce y enamora más. Y esto me hace ser muy feliz y plena, en medio de las dificultades, cruces, sufrimientos y retos que la vida misma me presenta cada día con realismo.

Agradezco también a mi familia el respeto, el apoyo y el cariño que siempre he recibido de ellos hasta el día de hoy. Es una gracia enorme estar ahora tan cerca de ellos y compartir estas vivencias con cada uno.

La vida consagrada me ha abierto horizontes muy amplios…, y Dios me ha dado la oportunidad, en estos años, de conocer a muchas personas en México, Chile, Italia y España… a las que poder hacer el bien, con mi oración, mi ofrecimiento y mi entrega sincera y gratuita hacia ellos, poder hablarles de Dios, de lo esencial en la vida, del Cielo, compartir la la vida y mi vocación…

La Virgen María también ha estado siempre muy presente en mi vida, con su amor y protección maternal. A Ella le encomiendo mi vida, la vida de mis seres más queridos, y a todas las personas que he conocido y con quienes comparto mi vida…

A partir de ahora renuevo con más conciencia y profundidad mi seguimiento de Cristo, con mucha alegría, fe, gratitud y amor puro, y le pido la gracia todos los días de la perseverancia final”.

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