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“No hace falta ver ninguna película para darnos cuenta de que la vida está llena de cosas sencillas, pero admirables, pequeños gestos con valor extraordinario que transforman miradas y mueven corazones. Son las cosas buenas de la vida.
Durante estas semanas trágicas de sufrimiento colectivo, soledad para muchos, desesperanza, impotencia y dolor compartido; leyendo sentencias en las lágrimas de todos aquellos que no podemos abrazar; mirando al cielo ahora limpio y callado, buscando respuestas a tanto dolor… es cuando la vida te regala una de esas cosas buenas que hacen que valga la pena.
Domus Astri, la residencia de ancianos que visita Highlands in Action, es una de ellas. Conocimos las necesidades de esta residencia de manera providencial, como cuenta Eva, la encargada, gerente y mejor enfermera dónde las haya, hace ya 5 años. Su dulce voz al teléfono y su espíritu de entrega y vocación de servicio con los ancianos nos hizo entender cuánto podíamos ayudar desde el colegio... Y así empezaron las visitas de nuestros alumnos a la residencia. Visitas que, a día de hoy, después de casi seis años, todavía continúan.
Durante estas semanas trágicas de sufrimiento colectivo, soledad para muchos, desesperanza, impotencia y dolor compartido; leyendo sentencias en las lágrimas de todos aquellos que no podemos abrazar; mirando al cielo ahora limpio y callado, buscando respuestas a tanto dolor… es cuando la vida te regala una de esas cosas buenas que hacen que valga la pena.
Domus Astri, la residencia de ancianos que visita Highlands in Action, es una de ellas. Conocimos las necesidades de esta residencia de manera providencial, como cuenta Eva, la encargada, gerente y mejor enfermera dónde las haya, hace ya 5 años. Su dulce voz al teléfono y su espíritu de entrega y vocación de servicio con los ancianos nos hizo entender cuánto podíamos ayudar desde el colegio... Y así empezaron las visitas de nuestros alumnos a la residencia. Visitas que, a día de hoy, después de casi seis años, todavía continúan.
Equipo de profesionales de la residencia Domus Astri, a donde acude regularmente los alumnos de Highlands School Barcelona |
En estos días, no hemos querido dejar de agradecerle todo el esfuerzo adicional que están haciendo por proteger a los más vulnerables y, a la vez, darles todo nuestro apoyo y cariño, tanto a ella como a todo el equipo de cuidadores, enfermeros, sanitarios y voluntarios del centro.
Con gran emoción, Eva nos contesta que pese a las largas jornadas con turnos de 20 horas en las que su cuerpo le dice basta, su alma está alegre y rebosa agradecimiento.
Agradecimiento porque, ahora más que nunca, se sienten acompañados en la distancia, porque escuchan todas nuestras oraciones, porque recordando las canciones de los niños recuperan las sonrisas, porque ven los ojos de Dios en cada una de sus miradas y la fuerza del Espíritu sobre todos ellos.
Eva, con la voz entrecortada, no deja de dar las gracias al colegio Highlands, a todos los alumnos y familias y quiere compartir con nosotros las palabras de D. Hessler: ‘Busqué a Dios y no lo encontré. Me busqué a mí mismo y tampoco me encontré. Busqué al prójimo y encontré a los tres’.
Sigamos animando a nuestros hijos a dar lo mejor de sí mismos, porque sin saberlo son la auténtica inspiración de las cosas buenas de la vida”.
Con gran emoción, Eva nos contesta que pese a las largas jornadas con turnos de 20 horas en las que su cuerpo le dice basta, su alma está alegre y rebosa agradecimiento.
Agradecimiento porque, ahora más que nunca, se sienten acompañados en la distancia, porque escuchan todas nuestras oraciones, porque recordando las canciones de los niños recuperan las sonrisas, porque ven los ojos de Dios en cada una de sus miradas y la fuerza del Espíritu sobre todos ellos.
Eva, con la voz entrecortada, no deja de dar las gracias al colegio Highlands, a todos los alumnos y familias y quiere compartir con nosotros las palabras de D. Hessler: ‘Busqué a Dios y no lo encontré. Me busqué a mí mismo y tampoco me encontré. Busqué al prójimo y encontré a los tres’.
Sigamos animando a nuestros hijos a dar lo mejor de sí mismos, porque sin saberlo son la auténtica inspiración de las cosas buenas de la vida”.
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