María José, en un momento de su participación en el taller |
Compartimos el taller con dos personas de la Renovación Carismática, lo que hizo de la experiencia algo todavía más interesante. Partiendo del número ocho de los Estatutos del Regnum Christi, hablamos de cómo nosotros, a través de sus cinco pilares, permite acompañar a los jóvenes hacia Cristo que les sale al encuentro, permite acompañar en ese reunir y formar como apóstoles, y también acompaña a los jóvenes en el apostolado.
Miembros del Regnum Christi en el photocall del congreso de laicos 'Pueblo de Dios en salida' |
De esta manera, lo que tratamos de mostrar fue cómo el acompañamiento es algo que empapa toda la vida de los jóvenes del Regnum Christi y que les permite integrar realidades valiosas que van viviendo. Por ejemplo: acompañar a los jóvenes en el apostolado permite que estos puedan integrar la grandeza de la experiencia que viven, reconocer que Cristo cuenta con ellos para su misión y también pararse a pensar en la mirada que Cristo tiene sobre cada uno de nosotros que, aún con nuestras miserias, cuenta con nosotros para grandes proyectos, porque nos mira de una forma distinta a como lo hacemos nosotros.
El taller duró cuarenta y cinco minutos. Como compartíamos espacio con la Renovación Carismática nuestra intervención duró quince minutos, al igual que la suya, y después tuvimos ocasión para un diálogo muy fructífero con los asistentes.
Personalmente, me llevo dos grandes cosas de esta experiencia. En primer lugar, preparar esta ponencia sobre acompañamiento me ha hecho pensar en todas las personas que en mi vida me han acompañado en mi propio encuentro con Cristo y esto me ha hecho sentir una gratitud muy grande hacia todas ellas, y de nuevo hacia el Regnum Christi. Por otro lado, en el Congreso pudimos escuchar a muchas realidades eclesiales distintas y darnos cuenta de que todos, cada uno desde nuestro carisma, tenemos las mismas inquietudes y las mismas intuiciones, fruto de que quien nos conduce es el Espíritu Santo.
El taller duró cuarenta y cinco minutos. Como compartíamos espacio con la Renovación Carismática nuestra intervención duró quince minutos, al igual que la suya, y después tuvimos ocasión para un diálogo muy fructífero con los asistentes.
Personalmente, me llevo dos grandes cosas de esta experiencia. En primer lugar, preparar esta ponencia sobre acompañamiento me ha hecho pensar en todas las personas que en mi vida me han acompañado en mi propio encuentro con Cristo y esto me ha hecho sentir una gratitud muy grande hacia todas ellas, y de nuevo hacia el Regnum Christi. Por otro lado, en el Congreso pudimos escuchar a muchas realidades eclesiales distintas y darnos cuenta de que todos, cada uno desde nuestro carisma, tenemos las mismas inquietudes y las mismas intuiciones, fruto de que quien nos conduce es el Espíritu Santo.
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