Excelencia académica: “Que lleven una formación completa, humana y espiritual, que les sirva en todos los momentos de su vida”
Hemos preguntado a nuestros profesores acerca de la excelencia académica, y Alicia Morato, de Cumbres School Valencia, nos explica que esta, principalmente, “implica potenciar el talento que tienen nuestros alumnos”. Ahora bien, no es cosa únicamente de ellos: “Detrás de la excelencia están las familias, los profesores y formadores” y lo que provoca es que “sean alumnos curiosos, creativos y constantes en su trabajo”. Y es algo que se ve a largo plazo, y no únicamente en “las calificaciones de un examen, que hacen bajo presión, si bien es cierto que aquellos alumnos que trabajan a lo largo de los años suelen obtener calificaciones muy altas”.
Hemos preguntado a nuestros profesores acerca de la excelencia académica, y Alicia Morato, de Cumbres School Valencia, nos explica que esta, principalmente, “implica potenciar el talento que tienen nuestros alumnos”. Ahora bien, no es cosa únicamente de ellos: “Detrás de la excelencia están las familias, los profesores y formadores” y lo que provoca es que “sean alumnos curiosos, creativos y constantes en su trabajo”. Y es algo que se ve a largo plazo, y no únicamente en “las calificaciones de un examen, que hacen bajo presión, si bien es cierto que aquellos alumnos que trabajan a lo largo de los años suelen obtener calificaciones muy altas”.
Yvonne González, de Highlands School Sevilla, complementa destacando la capacidad “para analizar el mundo con conocimiento y espíritu crítico”. Y añade: “La nota de selectividad les sirve para entrar en la Universidad. La excelencia académica les ayuda a desenvolverse en la vida”. De ahí que en los Colegios Regnum Christi “queremos que los alumnos se lleven una formación completa, humana y espiritual, que les sirva de sustento en todos los momentos de su vida”. En palabras de Marta López, de Everest School Monteclaro: “No es sólo obtener buenos resultados en el examen de la EvAU, sino transmitir a nuestros alumnos la ilusión por aprender, ayudar en su entorno y no conformarse con la mediocridad, intentar siempre seguir creciendo como persona tanto en el ámbito académico como en virtudes”.
Ahora bien, ¿cómo se consiguen resultados? Para Alicia Morato no hay duda: “La clave del éxito está en los formadores empezando por infantil, primaria, secundaria y bachillerato. Cuando nuestros alumnos llegan a bachillerato, una parte muy importante del trabajo ya se ha hecho”. En esta misma línea insiste Yvonne González, “es la implicación del profesor: los profesores asumen como suyos los éxitos y fracasos de sus alumnos, y por tanto van todos a una”.
María Teresa de Torre, de Highlands School El Encinar, ahonda un poco más en la labor del profesor: “Se trata de conocer muy bien a cada alumno. Desde hace unos años tenemos un grupo de tutores que funcionan como mentores para hacer el seguimiento de los alumnos”.
Desde el colegio Real Monasterio de Santa Isabel, María José Palma, responde en otros términos: “Además del acompañamiento personal-académico, la implementación de nuevas metodologías que convierten a nuestros alumnos en los verdaderos protagonistas de su aprendizaje es lo que los ayuda a ser más autónomos, maduros y a motivarse en su trabajo”.
De Everest también nos aportan dos cosas. Por un lado, Ignacio Semper señala “el esfuerzo como vehículo para alcanzar cualquier sueño”, y Marta López, “la exigencia basada en la confianza y en el sentirse queridos y acompañados”.
Acompañamiento personal: “No todos los alumnos son iguales”
María Teresa de Torre, de Highlands School El Encinar, ahonda un poco más en la labor del profesor: “Se trata de conocer muy bien a cada alumno. Desde hace unos años tenemos un grupo de tutores que funcionan como mentores para hacer el seguimiento de los alumnos”.
Desde el colegio Real Monasterio de Santa Isabel, María José Palma, responde en otros términos: “Además del acompañamiento personal-académico, la implementación de nuevas metodologías que convierten a nuestros alumnos en los verdaderos protagonistas de su aprendizaje es lo que los ayuda a ser más autónomos, maduros y a motivarse en su trabajo”.
De Everest también nos aportan dos cosas. Por un lado, Ignacio Semper señala “el esfuerzo como vehículo para alcanzar cualquier sueño”, y Marta López, “la exigencia basada en la confianza y en el sentirse queridos y acompañados”.
Acompañamiento personal: “No todos los alumnos son iguales”
Este último apunte nos da pie para adentrarnos en otro de los atributos de los Colegios Regnum Christi: el acompañamiento personal del alumno. María Teresa de Torre explica que hay de todo, pero la presión a la que se ven sometidos durante 2º de Bachillerato “la viven de una manera agitada y la gestionan mal y tarde”. Una situación que desde este colegio se ha apostado por paliar creando “actividades de gestión del estrés, pero les cuesta mucho ser organizados y renunciar a todas las actividades de ocio que realizan ese año”. Los instructores “intentan que los chicos se conozcan bien, tanto a nivel emocional -emociones, presión, expectativas…-, como a nivel académico, intentando que conozcan sus debilidades y fortalezas”. Y por parte del equipo de orientación apoyan “con acompañamiento exhaustivo, profesional y muy personal a cada alumno”.
Ignacio Semper cuenta que “aunque todos van muy bien preparados, los hay que son más inseguros, por lo que procuramos trasladarles mucha confianza en sus posibilidades”. Marta López aclara que “el horizonte de selectividad les ayuda mucho a madurar, sobre todo a los chicos. Es una etapa en la que ven más cercana su salida del colegio y la necesidad de elegir un futuro que les ayude a ser felices”.
Yvonne González justifica la presión porque “preparamos a los alumnos para que puedan optar a las carreras que quieren, por lo que luchamos para que tengan buena nota en bachillerato y para que la mantengan en selectividad”. La realidad es que, como describe esta docente sevillana, “los alumnos que necesitan mucha nota, se pasan todo bachillerato luchando por la décima, calculadora en mano. A estos hay que relajarlos…”.
“Cada profesor asume desde su responsabilidad y compromiso la meta de selectividad; de entrada, cada profesor procura ‘entrenar’ de la mejor manera posible a sus alumnos para que puedan desarrollar una buena selectividad y que eso les permita cursar los estudios superiores que desean”, apunta María José Palma, mientras que Alicia Morato explica que “los profesores nos convertimos en este curso en animadores, formadores, psicólogos, pedagogos, consejeros... Es esencial saber acompañar a cada uno de ellos porque no todos los alumnos son iguales, ni tienen las mismas necesidades”. Lo fundamental en cualquier caso, para ella, es que aprendan “a hacer buenos exámenes en las respectivas asignaturas, y que vivan en cada una de las materias el amor y la pasión que nosotros sentimos por ellas, pero nuestra labor más importante es el acompañamiento personal para poder sacar lo mejor de cada uno de ellos”.
Todo ello, a fin de cuentas, se traduce en tiempo destinado al alumno. María José Palma nos informa de que hay una hora a la semana de atención a los alumnos para resolver dudas, pero el profesorado va más allá pues “pone a su disposición las horas de patio, además de cualquier hueco que disponemos, incluso el correo electrónico para dar respuesta y cubrir esa necesidad que los alumnos demandan”.
La formación católica: “Crear una cultura de amor, de verdad, de bien y de libertad”
Yvonne González justifica la presión porque “preparamos a los alumnos para que puedan optar a las carreras que quieren, por lo que luchamos para que tengan buena nota en bachillerato y para que la mantengan en selectividad”. La realidad es que, como describe esta docente sevillana, “los alumnos que necesitan mucha nota, se pasan todo bachillerato luchando por la décima, calculadora en mano. A estos hay que relajarlos…”.
“Cada profesor asume desde su responsabilidad y compromiso la meta de selectividad; de entrada, cada profesor procura ‘entrenar’ de la mejor manera posible a sus alumnos para que puedan desarrollar una buena selectividad y que eso les permita cursar los estudios superiores que desean”, apunta María José Palma, mientras que Alicia Morato explica que “los profesores nos convertimos en este curso en animadores, formadores, psicólogos, pedagogos, consejeros... Es esencial saber acompañar a cada uno de ellos porque no todos los alumnos son iguales, ni tienen las mismas necesidades”. Lo fundamental en cualquier caso, para ella, es que aprendan “a hacer buenos exámenes en las respectivas asignaturas, y que vivan en cada una de las materias el amor y la pasión que nosotros sentimos por ellas, pero nuestra labor más importante es el acompañamiento personal para poder sacar lo mejor de cada uno de ellos”.
Todo ello, a fin de cuentas, se traduce en tiempo destinado al alumno. María José Palma nos informa de que hay una hora a la semana de atención a los alumnos para resolver dudas, pero el profesorado va más allá pues “pone a su disposición las horas de patio, además de cualquier hueco que disponemos, incluso el correo electrónico para dar respuesta y cubrir esa necesidad que los alumnos demandan”.
La formación católica: “Crear una cultura de amor, de verdad, de bien y de libertad”
Tratándose de excelencia académica y de formación integral, no se puede pasar por alto que otro de los atributos de los Colegios Regnum Christi es la formación católica. Al respecto, María José Palma explica que “la formación católica que reciben nuestros alumnos pretende despertar en ellos la búsqueda de respuestas a sus inquietudes espirituales y, en definitiva, de la Verdad”. Es más, para esta docente: “El objetivo es que nuestros alumnos puedan experimentar una relación cercana con Jesucristo”. Para Ana Lucía Ortega, de Everest, esta faceta se vincula con la familia: “La formación católica resulta fundamental para los padres que desean que sus hijos crezcan con coherencia dentro de la cultura secularizada. Así, la clase de religión se orienta a apuntalar la formación cristiana que reciben en sus hogares”.
Una formación católica que, al estilo de los Colegios Regnum Christi, es algo más que unos fríos contenidos doctrinales. Alicia Morato señala que “la formación católica debe ser un pilar fundamental para que nuestros alumnos conozcan el Evangelio y puedan desarrollar el valor que desprende: el amor al prójimo”. “Aspiramos a que les deje huella, les guíe y les ayude en las situaciones que se les presentarán a lo largo de su vida”, complementa Yvonne González. Agustín Candilejo, de Everest School Monteclaro, lo explica así: “La formación católica es parte esencial de la formación integral, hace crecer la capacidad moral y espiritual de la persona, crea una cultura del amor, de la verdad, del bien, de la libertad y del progreso”.
Y para ello, Ignacio Semper apunta que “la formación católica es más que una asignatura y así se vive en el colegio concediendo la importancia que merece la participación social o las peregrinaciones a Lourdes, etc.”. Para María José Palma se trata de acciones que ayudan a que “nuestros alumnos salgan de sí mismos y se proyecten hacia fuera, despertando en cada uno la sensibilidad para identificar las necesidades de los demás y su deseo de ponerse a su servicio”.
Y para ello, Ignacio Semper apunta que “la formación católica es más que una asignatura y así se vive en el colegio concediendo la importancia que merece la participación social o las peregrinaciones a Lourdes, etc.”. Para María José Palma se trata de acciones que ayudan a que “nuestros alumnos salgan de sí mismos y se proyecten hacia fuera, despertando en cada uno la sensibilidad para identificar las necesidades de los demás y su deseo de ponerse a su servicio”.
El inglés, desde los 3 años
El inglés y otras lenguas extranjeras ocupan un lugar predilecto en la formación de los Colegios Regnum Christi. Los colegios son bilingües, hay asignaturas que se imparten totalmente en inglés, y además se les prepara para los exámenes de Cambridge, por ello, explica Ana Lucía Ortega, “los alumnos superan fácilmente las pruebas de selectividad y acaban bachillerato preparados para proseguir sus estudios universitarios en inglés. Además, los estudiantes eligen alemán o francés, pues el colegio apuesta por la formación en varios idiomas”.
En esta misma línea, Alicia Morato comenta que “en inglés, nuestros alumnos sacan notas buenísimas, su nivel es muy alto, pero aunque sean bilingües, no olvidemos que en ocasiones deben aprender a hacer un examen y una vez más los profesores tienen una papel determinante en la selectividad”. Es más, en casos como el de Valencia, los profesores y los alumnos deben hacer un esfuerzo especial. Se trata de una comunidad en la que cohabitan dos lenguas, el castellano y el valenciano, a esto se añade el bilingüismo del colegio. “En los últimos años constatamos a nivel general la deficiencia en comprensión lectora y expresión escrita en nuestros jóvenes, por eso es fundamental saber conjugar el aprendizaje lingüístico equilibrado entre todas las lenguas”.
Yvonne González da las razones de estos resultados: “Los alumnos estudian inglés en el colegio desde los 3 años. Por tanto, no suele resultar difícil preparar la selectividad, pues el trabajo ya está hecho. Generalmente impulsa para arriba la nota media de nuestros alumnos. De hecho, este año la media de inglés de nuestros alumnos en selectividad ha sido de 8,73”.
Los profesores: “Nuestra misión educadora es un verdadero acto de misericordia” Para finalizar este diálogo con los profesores hemos querido preguntarles específicamente a ellos sobre su labor docente. Si, como nos han dicho antes, el éxito de sus alumnos también es su éxito, entonces deberán prepararse también a conciencia.
Yvonne González señala que los colegios “tenemos formación humana e intelectual continua, y además los profesores de 2º de Bachillerato conocen a la perfección el temario y tipo de examen de selectividad. Acuden anualmente a la ponencia de la universidad sobre su asignatura, y de esta forma se mantienen al día”.
Por la parte operativa, María José Palma resalta que “la responsabilidad que comporta la preparación de una materia de selectividad supone un arduo trabajo personal e intelectual en el que se invierten muchas horas”. A lo que añade la importancia de lecturas recomendadas, compartir experiencias con otros compañeros, aprovechar los errores como oportunidades para mejorar, etc.
Y apunta otro aspecto para tener en cuenta: “En el ámbito más espiritual, además del acompañamiento del equipo de sacerdotes y del personal consagrado, es fundamental la oración, vivir y participar de la Eucaristía y del sacramento de la Reconciliación, y entender nuestra misión educadora como un verdadero acto de misericordia”.
En esta misma línea, Alicia Morato comenta que “en inglés, nuestros alumnos sacan notas buenísimas, su nivel es muy alto, pero aunque sean bilingües, no olvidemos que en ocasiones deben aprender a hacer un examen y una vez más los profesores tienen una papel determinante en la selectividad”. Es más, en casos como el de Valencia, los profesores y los alumnos deben hacer un esfuerzo especial. Se trata de una comunidad en la que cohabitan dos lenguas, el castellano y el valenciano, a esto se añade el bilingüismo del colegio. “En los últimos años constatamos a nivel general la deficiencia en comprensión lectora y expresión escrita en nuestros jóvenes, por eso es fundamental saber conjugar el aprendizaje lingüístico equilibrado entre todas las lenguas”.
Yvonne González da las razones de estos resultados: “Los alumnos estudian inglés en el colegio desde los 3 años. Por tanto, no suele resultar difícil preparar la selectividad, pues el trabajo ya está hecho. Generalmente impulsa para arriba la nota media de nuestros alumnos. De hecho, este año la media de inglés de nuestros alumnos en selectividad ha sido de 8,73”.
Los profesores: “Nuestra misión educadora es un verdadero acto de misericordia” Para finalizar este diálogo con los profesores hemos querido preguntarles específicamente a ellos sobre su labor docente. Si, como nos han dicho antes, el éxito de sus alumnos también es su éxito, entonces deberán prepararse también a conciencia.
Yvonne González señala que los colegios “tenemos formación humana e intelectual continua, y además los profesores de 2º de Bachillerato conocen a la perfección el temario y tipo de examen de selectividad. Acuden anualmente a la ponencia de la universidad sobre su asignatura, y de esta forma se mantienen al día”.
Por la parte operativa, María José Palma resalta que “la responsabilidad que comporta la preparación de una materia de selectividad supone un arduo trabajo personal e intelectual en el que se invierten muchas horas”. A lo que añade la importancia de lecturas recomendadas, compartir experiencias con otros compañeros, aprovechar los errores como oportunidades para mejorar, etc.
Y apunta otro aspecto para tener en cuenta: “En el ámbito más espiritual, además del acompañamiento del equipo de sacerdotes y del personal consagrado, es fundamental la oración, vivir y participar de la Eucaristía y del sacramento de la Reconciliación, y entender nuestra misión educadora como un verdadero acto de misericordia”.
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