Vacaciones con Cristo

P. Enrique Tapia, LC

Verano: tiempo de vacaciones, playas, conciertos, festivales, fiestas… Cosas muy del mundo. Pero, ¿también para los novicios de la Legión de Cristo? Te voy a contar lo que hacen los novicios de Salamanca en verano

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Comenzamos el verano con unos días de vacaciones, quince, de acuerdo con nuestras Constituciones. Las vacaciones, para un cristiano, son un momento para descansar, reponer fuerzas espirituales y físicas para poder después volver a las ocupaciones ordinarias (el trabajo, el estudio, el apostolado) con renovadas energías. Solemos ir de vacaciones a una casa que la Legión tiene en Ontaneda (Cantabria), que era nuestro seminario menor desde 1952 hasta 2013. Allí estamos en contacto con Dios y con la naturaleza, haciendo deporte y excusiones, en un ambiente de alegría y caridad

Y después nos fuimos a hacer el Camino de Santiago, durante una semana, desde Sarria (Lugo) hasta Santiago de Compostela. Esta es una experiencia maravillosa que también nos ayuda a descansar y a hacer algo de apostolado con la gente que te encuentras en el Camino, además de ser una profunda experiencia de Dios.

El mes de julio lo pasamos en Salamanca, siguiendo la formación propia de los novicios, con actividades espirituales, intelectuales y apostólicas.

Y el mes de agosto lo dedicamos, desde hace unos años, a trabajar. Es el llamado “mes de trabajo”. Un mes al año, los novicios dejan las ocupaciones ordinarias y se dedican casi todo el día a trabajos físicos, con el objetivo de evaluar la asimilación de su identidad religiosa en un ambiente distinto, y de cultivar la unión con Dios en medio del trabajo, y otras virtudes humanas como la responsabilidad, la constancia, el trabajo en equipo, etc. Otros años hemos trabajado 15 días en una finca en Sevilla, en el campo. Este año nos hemos quedado todo el mes trabajando en nuestra casa en Salamanca, pues también hay mucho trabajo: jardines, pintar varias partes de la casa, ordenar almacenes, biblioteca, y muchas otras cosas. 

Ya en septiembre tuvimos los ejercicios espirituales durante ocho días para iniciar el nuevo curso.

Así ha transcurrido este verano en el noviciado de Salamanca.