23 de enero de 2018

Fomentar el gusto por la lectura: una tarea en la que los alumnos mayores y pequeños de los colegiosRC colaboran juntos

Nadie duda de la importancia que tiene la lectura para la formación y adquisición de conocimiento. La persona que lee regularmente está mejor preparada que aquellas que no lo hacen, y un buen hábito de lectura facilita además un mejor rendimiento en los estudios. Por eso cualquier iniciativa que ayude a los alumnos a adentrarse en este mundo es bienvenida. Una de ellas es la colaboración entre los alumnos más mayores con los más pequeños. Es el caso de dos colegiosRC que en estos días han puesto en marcha iniciativas en este sentido: el colegio Real Monasterio de Santa Isabel, en Barcelona, y Everest School Monteclaro, en Madrid.



"Apadrina un lector"

Durante el segundo trimestre del curso, el departamento de Orientación del colegio Real Monasterio de Santa Isabel ha puesto en marcha el proyecto "Apadrina un lector". Esta iniciativa consiste en que los alumnos de 5º de Primaria "apadrinan" a uno de sus compañeros de 1º para apoyarles, enseñarles y animarles a leer en una actividad que comparten durante una hora semanal. 

Además de promover el interés y el hábito de la lectura, se persigue la mejora de las habilidades lectoras y un mayor compañerismo entre pequeños y mayores. Y para estos últimos, es también una oportunidad para crecer en servicio a los demás, en responsabilidad y en las competencias inter e intrapersonales.


"Cómo se cuenta un cuento"
Algo similar sucede con los alumnos que cursan Lengua y Literatura en 1º de ESO con el profesor Teodoro Pérez, en Everest School Monteclaro. Este maestro analizando la forma de promover entre sus alumnos el gusto por la literatura ha ideado un proyecto en el que cada niño de su clase tiene que preparar un cuento para después contárselo a los alumnos de infantil: el proyecto lleva por título "Cómo se cuenta un cuento".

Por un lado, los alumnos de secundaria leen varios cuentos para elegir el suyo, lo aprenden, lo hacen suyo y después se lo leen a los más pequeños. Estos, por su parte, disfrutan y cogen gusto por la literatura.

Es una actividad muy sencilla pero que crea vínculos y hace familia: fomenta el amor por la lectura, los alumnos de secundaria se sienten importantes al ser un día los profesores de los alumnos de infantil, y los de infantil disfrutan de la visita de los mayores y, por supuesto, de los cuentos e historias que les cuentan.


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