La primera actividad que se organizó a lo largo de estos meses fue una charla de formación a las monitoras de los equipos. A ellas se les explicó el tema de este año: “Anunciad”, es decir, compartir con otros la experiencia de Dios que hemos vivido, especialmente con las chicas de sus equipos. La letra de las canciones que tenían que componer para la fase final debía transmitir este mensaje. También se les dio una sesión de baile, para ayudarlas a montar las coreografías.
La segunda fue destinada a las madres, también formativa, impartiendo valores y explicándoles qué es el ECYD y en qué va a consistir la competición en la que participan sus hijas.
El siguiente momento dentro de la preparación del Canta y Baila fue un encuentro con las niñas participantes. A ellas se les explicó en qué consistía el concurso y se las animó también a anunciar el Evangelio, puesto que era el tema central de esta edición de la competición. Y así hicieron: salieron por las calles de Sevilla a compartir este mensaje, y ya después acudieron al estudio de música para grabar las canciones.
Sobre el ECYD se explicó que no hay Canta y Baila sin ECYD, y que en el ECYD se ofrece la experiencia de una fe auténtica y real, por la que Dios se quiere hacer presente en nuestras vidas.
Después del concurso, varias monitoras de los colegios participantes aportaron su opinión sobre el Canta y Baila, como la del Colegio de las Irlandesas, que explicó que “ha sido una experiencia inolvidable. Nos hemos dado cuenta de que el Canta y Baila no es una actuación, y que aunque no ganemos hemos ganado sonrisas, oraciones, amigas, amor, alegría y mil cosas más que valen más que un trofeo. Y sobre todo hemos conocido a Dios de verdad y hemos aprendido lo que de verdad hace por nosotras”.
El siguiente momento dentro de la preparación del Canta y Baila fue un encuentro con las niñas participantes. A ellas se les explicó en qué consistía el concurso y se las animó también a anunciar el Evangelio, puesto que era el tema central de esta edición de la competición. Y así hicieron: salieron por las calles de Sevilla a compartir este mensaje, y ya después acudieron al estudio de música para grabar las canciones.
Sobre el ECYD se explicó que no hay Canta y Baila sin ECYD, y que en el ECYD se ofrece la experiencia de una fe auténtica y real, por la que Dios se quiere hacer presente en nuestras vidas.
Después del concurso, varias monitoras de los colegios participantes aportaron su opinión sobre el Canta y Baila, como la del Colegio de las Irlandesas, que explicó que “ha sido una experiencia inolvidable. Nos hemos dado cuenta de que el Canta y Baila no es una actuación, y que aunque no ganemos hemos ganado sonrisas, oraciones, amigas, amor, alegría y mil cosas más que valen más que un trofeo. Y sobre todo hemos conocido a Dios de verdad y hemos aprendido lo que de verdad hace por nosotras”.
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