Dentro de pocos días se cumplirán 8 meses desde que Ángel llegara a España procedente de Venezuela en calidad de asilado político. Antes de aterrizar en nuestro país poseía un título de Ingeniero Químico y trabajaba en una de las distribuidoras venezolanas que trabajaba con una de las cervecerías de más renombre.
El Estado quiso expropiarla según cuenta, pero sus compañeros y él se opusieron, lo que les acarreó agresiones físicas y psicológicas. “Cuando íbamos al banco a depositar dinero, nos lanzaban piedras al coche. Incluso en casa llegamos a recibir pedradas en las ventanas”.
Sin poder homologar su formación, con permiso de trabajo desde agosto de 2016, y sin que su pareja pudiera financiar la vida de ambos, tuvo que hacer frente a su nueva situación mientras una pregunta le rondaba la cabeza: “En este momento no cuento con los recursos para homologar mi título. Cuando caí en cuenta de que no podría seguir con mi carrera, me pregunté: “¿y ahora qué hago con mi vida?”.
A través de la parroquia en la que empezó a hacer voluntariado, Ángel se encontró con Altius y comenzó a formarse en su curso de Hostelería y espera conseguir trabajo cuanto antes. Valora la calidad de la formación recibida y el haber recibido la oportunidad por parte de la Fundación. “El curso fue muy completo. En muy poco tiempo, nos dieron las herramientas esenciales para trabajar como camareros. Además, nos impartieron un módulo de inglés, que es muy importante para atender a los turistas”, explica.
Tras un primer paso en VIPS, ya ha empezado a trazar proyectos para el futuro, que pasan, a día de hoy, por ser emprendedor y dueño de su propio negocio de restauración. Su proyección también abarca el continuar con sus estudios, ya que, cuando logre homologar su título, planea realizar máster en Biotecnología Alimentaria.
Ángel es positivo con respecto al futuro. Sabe que el camino que tiene por delante no es fácil y requiere paciencia, pero confía en que las cosas eventualmente saldrán bien: “A corto plazo, mi prioridad es encontrar trabajo. A largo plazo, llevaré a cabo mis proyectos de emprendimiento. Sé que si no hay grandes obstáculos en el camino, todo va a salir bien”, concluye.
Tras un primer paso en VIPS, ya ha empezado a trazar proyectos para el futuro, que pasan, a día de hoy, por ser emprendedor y dueño de su propio negocio de restauración. Su proyección también abarca el continuar con sus estudios, ya que, cuando logre homologar su título, planea realizar máster en Biotecnología Alimentaria.
Ángel es positivo con respecto al futuro. Sabe que el camino que tiene por delante no es fácil y requiere paciencia, pero confía en que las cosas eventualmente saldrán bien: “A corto plazo, mi prioridad es encontrar trabajo. A largo plazo, llevaré a cabo mis proyectos de emprendimiento. Sé que si no hay grandes obstáculos en el camino, todo va a salir bien”, concluye.
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