Todos los años, la parroquia colegiata de San Bartolomé de Valencia dedica una semana a organizar diversas actividades orientadas a la familia. En esta ocasión invitó a Rafa Ortín a impartir una conferencia titulada “La importancia de los abuelos en la educación de los nietos”, y a Jorge Serra y Pilar Planelles, otra sobre la “Comunicación en familia”.
Rafael Ortín además de miembro del Regnum Christi es pediatra, máster en Ciencias del Matrimonio y Familia por el Pontificio Instituto Juan Pablo II, promotor y responsable de la escuela de abuelos que el arzobispado de Valencia puso en marcha hace unos años.
Rafael Ortín además de miembro del Regnum Christi es pediatra, máster en Ciencias del Matrimonio y Familia por el Pontificio Instituto Juan Pablo II, promotor y responsable de la escuela de abuelos que el arzobispado de Valencia puso en marcha hace unos años.
Ser abuelos: acoger… guiar… acompañar
El Dr. Ortín explicó que “los abuelos no somos simples canguros: podemos influir en la formación de la voluntad de nuestros nietos que les lleve a querer el bien y los ejercite en el amor y no en la pedagogía del miedo”. Se les debe educar para ser honestos, frente a la crisis de honradez que nos rodea; hay que enseñarles a obrar bien, a buscar la verdad, a conocer el bien objetivo que moverá su voluntad. Además, hay que ayudarles a crear hábitos buenos (el orden, el tiempo, el sueño, la alimentación…) que servirán para perfeccionar su voluntad y se convertirán en virtudes que hay que trabajar con ellos (empatía, generosidad, sinceridad, cortesía, perdón…).
Entre otras lecciones que impartió señaló que “es importante en este proceso hacerles encargos y darles consignas. Regalarles recompensas educativas que les hagan sentir bien (besos, abrazos, amor…), no sobornar ni poner precio a lo que les deben hacer”. También señaló que no hay que hacer caso de las pataletas, más bien se debe administrar bien los premios y castigos. Y si se rebotan siempre está el “rincón de pensar”: un instrumento válido en los primeros años (un minuto por cada año del niño).
También advirtió sobre el hecho de tener cuidado con los favoritismos y con los verbos que utilizamos cuando les reñimos: nunca se debe decir “eres malo”, sino “estás en este momento haciéndolo muy mal”.
Terminó su conferencia explicando que los nietos aprenden de los abuelos, y nos invitó a revisar nuestras actitudes, criterios, aceptación de las personas, organización y sentido de nuestra vida.
La comunicación vista desde la fe
La otra conferencia impartida por DIF en la semana de la familia llevaba por título “Comunicación en familia”, y corrió a cargo del matrimonio formado por Jorge Serra y Pilar Planelles, quienes hablaron desde su experiencia profesional y personal: “Una familia construida sobre roca tras 30 años de matrimonio, tres hijos y el amor de Cristo”.
Explicaron en su conferencia que “hablar es fácil sin embargo comunicar es difícil”, puesto que “comunicar requiere: paciencia, interés, oportunidad, aceptación, escuchar y respetar las aportaciones del interlocutor, invertir tiempo, no competir, generosidad, etc...”. Igualmente importante en la comunicación son “las palabras y los silencios, escoger bien el momento y el medio, cuidar el tono de voz y establecer contacto visual que muestre el interés por el otro”.
Jorge y Pilar también ofrecieron algunas recetas para comunicar bien. Entre otros consejos escuchar, mirarse, responder, un comportamiento coherente con la palabra, valentía, espíritu constructivo, búsqueda de la verdad y aprender a discutir buscando soluciones que nos refuercen y hagan madurar.
A modo de conclusión de estos formadores de DIF, señalaron que comunicarse bien siempre es deseable pero cobra especial importancia en el ámbito de la familia: “Ahí es donde nos lo jugamos todo y la clave está en el amor”. Y citando a san Juan de la Cruz señalaron que "donde no hay amor, pon amor y encontrarás amor".
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