Los peregrinos se dividieron en dos grupos. Uno de ellos iniciaron su peregrinación en Abinzano, y el resto desde el Alto de Aibar. Todos coincidieron a la hora de comer en Sangüesa, y desde allí concluyeron todos juntos la subida hasta el Castillo de san Francisco Javier, meta de los peregrinos, y en donde todos participaron en una Misa.
Íñigo nos da su visión sobre hacer una peregrinación de este tipo: “Yo creo que las familias, a pesar del frío, a pesar de la lluvia y a pesar del cansancio, han tenido una actitud estupenda siempre sonrientes dispuestos ayudar y con una buena cara para todo. Lo que me hace pensar que ellos también han valorado mucho la convivencia peregrinando a Javier con otras familias del Highlands”.
Y una propuesta para concluir: “Sólo queda empezar a pensar desde hoy en la organización de la próxima Javierada que será sin duda aún mejor que la de este año”.
Íñigo nos da su visión sobre hacer una peregrinación de este tipo: “Yo creo que las familias, a pesar del frío, a pesar de la lluvia y a pesar del cansancio, han tenido una actitud estupenda siempre sonrientes dispuestos ayudar y con una buena cara para todo. Lo que me hace pensar que ellos también han valorado mucho la convivencia peregrinando a Javier con otras familias del Highlands”.
Y una propuesta para concluir: “Sólo queda empezar a pensar desde hoy en la organización de la próxima Javierada que será sin duda aún mejor que la de este año”.
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