3 de febrero de 2015

Encuentro en Roma a un año de la aprobación de los Estatutos de las Consagradas: “Lo importante es que indican el recorrido que yo hago para vivir el Evangelio”

El pasado diciembre tuvo lugar en Roma un encuentro de reflexión y formación sobre la vida y la misión de la consagrada en la edad madura. Participaron 25 consagradas provenientes de Canadá, Estados Unidos, Irlanda, México, España, Austria, Chile y Brasil. El objetivo del curso era recoger aportaciones que pudieran enriquecer la elaboración de la Ratio Institutionis a partir de la experiencia de consagradas que llevan más años de camino. La Ratio Institutionis es el documento que explica el itinerario de vida de una consagrada.  






Entre los temas tratados se habló sobre la vida personal como historia de salvación, la vida fraterna, la salud física, el campo psíquico y emotivo de la mujer consagrada en la madurez y la mística apostólica de santa Teresa de Jesús.

Descubrir a Cristo en las hermanas

El día 8 de diciembre se ofreció la misa especialmente por los 45 años de consagración de Margarita Estrada. Durante la comida Margarita relató a las presentes cómo había sido su camino vocacional y sus recuerdos de la fundación de las consagradas: “Como los de Emaús he descubierto más plenamente a Jesucristo en la fracción del pan y en la unión con todas mis hermanas. El testimonio de cada una, su amor a Cristo, su caridad, su alegría, su transparencia de vida me renovó profundamente, sólo me queda darle gracias a Dios por esta preciosa familia y seguir esforzándome por hacer fructificar las gracias que recibí durante esos días”, dijo Margarita sobre su experiencia en el curso.

Durante estos días, tuvieron una visita muy especial, la del P. Agostino Montan que fue uno de los sacerdotes que ayudó al Cardenal Velasio de Paolis durante el tiempo que duró el proceso de revisión de los Estatutos de las consagradas. En su reunión con ellas les preguntó qué impresiones ahora que había pasado un año de la Asamblea General. Las aportaciones se refirieron a la receptividad con que se acogió el Estatuto en las distintas comunidades, y entre ellas destacó la de Naoise Johnston: “Realmente no hay una manera de explicar a las personas que no son católicas qué significa decir que la Iglesia es madre. Pero ahora he encontrado una forma de explicarlo, porque ninguna otra institución en el mundo hubiera vivido esto con nosotros y de esta manera”.


El Evangelio, lo primero
Por su parte, el P. Montan les explicó que: “Al centro de nuestra vocación está el seguir a
Cristo según el evangelio. El evangelio viene primero que los estatutos, primero que la regla benedictina, primero que mi regla. Sigo a Cristo. Lo importante de los estatutos es que indican el recorrido que yo hago para actuar el evangelio. Es muy importante comprender esta correlación entre estatutos y evangelio: es una modalidad y puede haber otras muchas, pero sigo esta de mis estatutos. Por eso los conozco, los amo, los pongo en práctica en la vida, enlazándolos siempre al evangelio”.

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