P. Jorge, hay realidades de la Iglesia que se caracterizan por su dedicación a los pobres, o a la educación, o a los enfermos... En nuestro caso, ¿qué es lo que unifica la acción apostólica del Regnum Christi?:
Lo que nos unifica a nosotros como apóstoles del Regnum Christi es compartir con ardor la experiencia que cada uno de nosotros ha hecho en su corazón del Amor de Jesucristo. Compartir con todo aquel que se cruce en nuestro camino que Jesucristo es el centro, el criterio y ejemplo de nuestras vidas. Éste es el criterio de acción apostólica del Regnum Christi.
Dice el subsidio sobre apostolado que evangelizar, más que informar es testimoniar. ¿Cómo puede ser eso si somos tan frágiles y tan pecadores?
Las palabras convencen pero el testimonio arrastra, dice una frase popular. Pero nuestro testimonio no es tanto lo mucho que amamos o la cantidad de obras que realizamos por Jesús y por el prójimo. Nuestros testimonio debe ser de lo mucho que nos ama Jesús a cada uno de nosotros. Lo demás lo hará el Señor con su Gracia. Ciertamente, nosotros nos debemos prestar a esa Gracia para que actúe en nuestra vidas como apóstoles. "Mi gracia", le contestó Jesús a Pablo, "es suficiente para ti, mi fortaleza se muestra en tu debilidad". (2 Cor. 12,9).
Hablando de esto que usted comenta, a veces nos matamos en el apostolado y no vienen los frutos… ¿Qué necesitamos para que un apostolado sea fecundo?
Necesitamos la Gracia de Dios. Si nos matamos en el apostolado y tenemos la gracia de Dios, el Señor dará fruto: 100% seguro. Pero si nos matamos y no se da fruto, ¿no será quizás que nos falta algo? La Gracia de Dios es la presencia de Jesús en nuestras vidas y en nuestros apostolados. Cristo tiene que estar presente en nuestros apostolados, en nuestras oficinas, reuniones, en nuestras charlas, dinámica…
En el Regnum Christi, ¿le hemos dedicado mucho al apostolado y poco a la unión con
Dios?
No. Creo que nos hemos dedicado mucho al apostolado y también a nuestra relación con Dios. Cada uno tiene que ver en su interior. Cada uno sabe lo que le puede faltar. Gracias a Dios, el Movimiento nos ofrece diversos medios para fortalecer estos dos aspectos, tanto lo contemplativo como lo evangelizador.
Tenemos que tener una sana autocrítica para ver qué nos falta a cada uno, y tener la valentía de cambiar. Lo que sí veo muy claro es que nadie da lo que no tiene.
¿Hay diferencia entre hacer apostolado y ser apóstol?
Creo que todos vemos la diferencia de esto. Evidentemente Cristo nos llama a ser apóstoles. Lo que creo que es interesante es saber que el Señor no solamente nos llama a ser apóstoles. Nos llama a SER APÓSTOLES en y a través del Movimiento Regnum Christi. Cristo, la Iglesia y el Movimiento necesitan, más aún en este tiempo, apóstoles santos que transmitan el Amor de Cristo a los que tienen a su lado: con fuerza, con pureza, con empuje; sin prisa pero sin pausa. Con ardor.
Dice el Concilio Vaticano II que la vocación cristiana es vocación al apostolado, pero también ha habido generaciones en que eso era cuestión sólo de los sacerdotes…
Es verdad. Ha habido momentos en la Iglesia y también en el Movimiento en los que el protagonismo recaía principalmente, y a veces totalmente, sobre la parte religiosa o consagrada. Sabemos que ha llegado la hora en la Iglesia y en el Movimiento de que sus miembros seglares tomen el lugar que les corresponde. Por un lado, es una gran invitación; por otro lado es una gran responsabilidad. Y hay que estar preparados. Tenemos que ser valientes y dejar a los seglares del Movimiento el pasillo libre para que den un paso al frente y tomen el protagonismo que les corresponde.
Por otro lado, no se trata de caer en la ley del péndulo. Un extremo: sólo religiosos. Otro extremo: sólo seglares. Creo que uno de los grandes mensajes que nos ha dado el Señor en este último periodo de nuestra historia es que ante todo somos una familia, en los buenos y en los malos momentos. Y en la familia todos son importantes y tienen su misión: desde el padre de familia hasta el hijo más pequeño.
Hablando de esto que usted comenta, a veces nos matamos en el apostolado y no vienen los frutos… ¿Qué necesitamos para que un apostolado sea fecundo?
Necesitamos la Gracia de Dios. Si nos matamos en el apostolado y tenemos la gracia de Dios, el Señor dará fruto: 100% seguro. Pero si nos matamos y no se da fruto, ¿no será quizás que nos falta algo? La Gracia de Dios es la presencia de Jesús en nuestras vidas y en nuestros apostolados. Cristo tiene que estar presente en nuestros apostolados, en nuestras oficinas, reuniones, en nuestras charlas, dinámica…
En el Regnum Christi, ¿le hemos dedicado mucho al apostolado y poco a la unión con
Dios?
No. Creo que nos hemos dedicado mucho al apostolado y también a nuestra relación con Dios. Cada uno tiene que ver en su interior. Cada uno sabe lo que le puede faltar. Gracias a Dios, el Movimiento nos ofrece diversos medios para fortalecer estos dos aspectos, tanto lo contemplativo como lo evangelizador.
Tenemos que tener una sana autocrítica para ver qué nos falta a cada uno, y tener la valentía de cambiar. Lo que sí veo muy claro es que nadie da lo que no tiene.
¿Hay diferencia entre hacer apostolado y ser apóstol?
Creo que todos vemos la diferencia de esto. Evidentemente Cristo nos llama a ser apóstoles. Lo que creo que es interesante es saber que el Señor no solamente nos llama a ser apóstoles. Nos llama a SER APÓSTOLES en y a través del Movimiento Regnum Christi. Cristo, la Iglesia y el Movimiento necesitan, más aún en este tiempo, apóstoles santos que transmitan el Amor de Cristo a los que tienen a su lado: con fuerza, con pureza, con empuje; sin prisa pero sin pausa. Con ardor.
Dice el Concilio Vaticano II que la vocación cristiana es vocación al apostolado, pero también ha habido generaciones en que eso era cuestión sólo de los sacerdotes…
Es verdad. Ha habido momentos en la Iglesia y también en el Movimiento en los que el protagonismo recaía principalmente, y a veces totalmente, sobre la parte religiosa o consagrada. Sabemos que ha llegado la hora en la Iglesia y en el Movimiento de que sus miembros seglares tomen el lugar que les corresponde. Por un lado, es una gran invitación; por otro lado es una gran responsabilidad. Y hay que estar preparados. Tenemos que ser valientes y dejar a los seglares del Movimiento el pasillo libre para que den un paso al frente y tomen el protagonismo que les corresponde.
Por otro lado, no se trata de caer en la ley del péndulo. Un extremo: sólo religiosos. Otro extremo: sólo seglares. Creo que uno de los grandes mensajes que nos ha dado el Señor en este último periodo de nuestra historia es que ante todo somos una familia, en los buenos y en los malos momentos. Y en la familia todos son importantes y tienen su misión: desde el padre de familia hasta el hijo más pequeño.
El subsidio también habla de la Iglesia como Comunión. ¿En qué medida nuestras obras apostólicas están abiertas a la Comunión, se vinculan con las diócesis, caminan al paso de la Iglesia, no van por libre como se nos ha acusado alguna vez? ¿Esto está cambiando?
La unión hace la fuerza. Sin duda que este aspecto de la comunión es algo en lo que el Espíritu Santo nos está iluminando mucho, y tenemos que agradecer al Señor que nos vaya mostrando el camino. Sobre este aspecto creo que la diferencia no se marca tanto en las cosas que se hacen o en las acciones. Es algo más de actitud interna. Somos todos miembros de esta gran familia que es la Iglesia, cuya cabeza es Cristo. Y es a Cristo a quién todos seguimos.
De las tres expresiones del apostolado –Pastoral, Nueva Evangelización y misión ad gentes- ¿Puede ser que el Regnum Christi se identifique más con la Nueva Evangelización
Las tres expresiones son importantes para el Movimiento. El Regnum Christi nos enseña que el Amor a Cristo no excluye ningún ámbito, ningún estilo de misión ni ámbito de apostolado. Vuelvo a repetir: no es tanto hacer lo que nosotros como Movimiento queremos hacer, sino el descubrir y seguir la Senda por donde el Espíritu Santo, con su Amor, nos va guiando. Y para esto tenemos que tener el corazón siempre abierto y en escucha.
La unión hace la fuerza. Sin duda que este aspecto de la comunión es algo en lo que el Espíritu Santo nos está iluminando mucho, y tenemos que agradecer al Señor que nos vaya mostrando el camino. Sobre este aspecto creo que la diferencia no se marca tanto en las cosas que se hacen o en las acciones. Es algo más de actitud interna. Somos todos miembros de esta gran familia que es la Iglesia, cuya cabeza es Cristo. Y es a Cristo a quién todos seguimos.
De las tres expresiones del apostolado –Pastoral, Nueva Evangelización y misión ad gentes- ¿Puede ser que el Regnum Christi se identifique más con la Nueva Evangelización
Las tres expresiones son importantes para el Movimiento. El Regnum Christi nos enseña que el Amor a Cristo no excluye ningún ámbito, ningún estilo de misión ni ámbito de apostolado. Vuelvo a repetir: no es tanto hacer lo que nosotros como Movimiento queremos hacer, sino el descubrir y seguir la Senda por donde el Espíritu Santo, con su Amor, nos va guiando. Y para esto tenemos que tener el corazón siempre abierto y en escucha.
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