El día comenzó con tres grandes sorpresas para el Padre Mario. En primer lugar, los alumnos de Infantil regalaron un gran cuenco repleto de piruletas que tanto gustan al padre. Primaria y secundaria, por su parte, tuvieron el detalle de darle de una cafetera junto con más de 150 cápsulas para su despacho a lo que el padre sólo pudo decir que “ya nadie se dormirá en mis reuniones”.
Por último, los mayores del colegio encargaron una gran bandera en fondo azul con el escudo de Cumbres School. Desde el viernes ondea con el viento valenciano sin descanso. Este homenaje emocionó al Padre Mario que se sintió enormemente agradecido por la presencia de todos sus alumnos y de una representación de padres de familia que no se quisieron perder el acto.
Como colofón final a la celebración del Día del Director, el equipo de cocina quiso poner su granito de arena preparando una comida típicamente mexicana: arroz con frijoles, chistorra y burritos de pollo barbacoa. Además, todo ambientado con rancheras, mariachis y algún que otro sombrero mexicano.
Como la fiesta era cercana a la solemnidad de Cristo Rey, también se
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Javier González Castel
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