Sabine Laxague._ "El curso de
mentores y de acompañamiento fue un verdadero don para mí en la renovación de
mi corazón consagrado a Dios y entregado a los demás.
Es una
riqueza el que se haga en tres tiempos: la primera semana de noviembre, después
un el tiempo de aplicación y reflexión en nuestros lugares de misión, y en
tercer lugar una segunda semana de formación en mayo.
¿Por qué es
una riqueza que sea así? La puesta en común de las experiencias de los
diferentes países y realidades en las que cada uno trabaja nos permitió
encontrar, y aun más, redescubrir y volver a asombrarnos del Don recibido de
Dios en nuestro carisma y en el ECyD.
Durante la
segunda semana de formación hemos vivido en primera persona el ECyD (en sus
diferentes espacios de encuentro: las experiencias formativas, la vida de equipo, vida de oración y
sacramental, el acompañamiento y el apostolado) ¡y quisiera vivir esto siempre!
Porque el ECyD es un estilo de vida, un camino hacia Dios, con otros, en el que
crece la vida espiritual en el
interior. Me descubrí formadora, sí; pero una formadora que vive y vibra con el que es formado por ayudar a los
hombres, por cambiar el mundo y por ser un buscador incansable de Dios.
El ECyD no
nos pertenece. ¡Es un don de Dios! Animo a todos a que, en comunidad (en
sentido amplio), sigamos redescubriendo este tesoro y pidámosle a Dios saberlo poner al servicio
de la evangelización.
que hermoso!! a mi me toco iniciar el ecyd mano amiga Irapuato, es bello!!!!!!!!
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