Durante la Vigilia de
Pentecostés en San Pedro, los representantes de los nuevos movimientos saludaron
al Papa Francisco. Cuando le tocó al P. Sylvester Heereman, LC, acercarse al
Papa, le dijo que iba de parte de los legionarios y de todos los miembros del
Regnum Christi, que le mandaban su cariño y oraciones. También le dijo que agradecía
el acompañamiento maternal de la Iglesia en este proceso de renovación que se
está viviendo, y le pidió al Papa que llevase al Sagrario las alegrías y
sufrimientos de todo el Movimiento. Nos explican que al P. Sylvester se le
cortó la voz al pronunciar la palabra "sufrimientos”, y por eso el Papa le
dio unas cariñosas palmadas en el brazo y le dijo: "Ánimo, no te
aflojes" (que quiere decir “no te desanimes” “no te desalientes”). El Papa
Francisco le aseguró sus oraciones.
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