24 de marzo de 2014

Familia Regnum Christi: “Queremos vivir la comunión y la corresponsabilidad en la misión”

Del 17 al 19 de marzo los gobiernos generales de la Legión de Cristo, de los consagrados y de las consagradas del Regnum Christi tuvieron unas reuniones en la Dirección General en Roma acompañados por los representantes de los miembros seglares de primero y segundo grado: Kerrie Rivard (Estados Unidos), José Antonio Lebrija (México), Lucia Hauser (Alemania) e Iliano Piccolo (México).

Los asistentes abordaron la definición del conjunto del Movimiento Regnum Christi y la aportación que los miembros de primero y segundo grado tienen en el mismo; establecer unos marcos de colaboración en la misión hasta llegar a la configuración definitiva; y la necesidad de dedicarse con humildad y entusiasmo a la nueva evangelización porque hay mucha gente que no conoce a Cristo o lo ha olvidado.



Este encuentro, prevista para después del Capítulo General y de las asambleas generales, tenía como objetivo analizar las observaciones y recomendaciones que se hubieran emanado de estas reuniones, así como de las indicaciones dadas en su momento por el Delegado Pontificio para determinar el modo de llevarlas a la práctica.

El P. Juan Sabadell recordó en una de sus intervenciones que “las estructuras, al ser realidades humanas, no son nunca definitivas y por eso tendrán que irse ajustando con prudencia según las necesidades de tiempos y lugares para responder mejor a los retos que la historia vaya presentando a la vivencia del carisma al servicio de la Iglesia. Por ello, es importante ser conscientes de que lo que hemos acordado es algo provisional, que eventualmente tendremos que ir acomodando mediante cauces institucionales en los que, a la luz de la experiencia y en un ambiente de diálogo, sepamos interpretar los signos de los tiempos y responder a las nuevas situaciones y expectativas”.

El P. Eduardo Robles Gil, L.C., inició los trabajos recordando que en esta nueva etapa, además de buscar una mejor organización de la misión apostólica que ayuden a vivir la unidad propia del carisma y que todos queremos, el acento tiene que estar puesto en la evangelización, en salir al encuentro de las personas.

“Esta reunión es la primera que tenemos con gobiernos elegidos por el Capítulo y las asambleas, pero se inserta en el proceso que habíamos empezado a recorrer. Estamos buscando bajar a lo concreto el deseo de corresponsabilidad y participación en la misión, involucrando también a los miembros de primero y segundo grado”. Así se expresa Paula Errázuriz.

Lucia Hauser, miembro del Movimiento de Alemania comenta: “Hemos querido hablar sobre todo de principios para iluminar los puntos desde sus raíces. Si no se da esta claridad, aunque tengamos los mejores estatutos y marcos de referencia, no servirán de nada. Cada uno tiene que preguntarse por el lugar en el que se encuentra personalmente y decidir cómo quiere afrontar la misión. Puede hacerlo desde el punto de vista de los resultados, según el cual la persona se realiza en la medida en que logra sus metas y tiene éxito, pero que no favorece la misericordia. O bien puede elegir partiendo de la conciencia de ser profundamente amado y que, conociendo los propios límites, fortalezas e imperfecciones, se pone a disposición del amor para entregarse desde la propia realidad y busca cumplir la misión para expresar su amor”.

Viviana Limón añade: “Hemos tratado de identificar los principios que queremos salvaguardar, la misión que Dios nos confía, el espíritu que nos anima y qué medios institucionales debemos implementar para vivirlo y ayudarnos a caminar juntos”. Otro de los participantes, el P. Jaime Rodríguez, confirma esta idea diciendo que se necesita “encontrar los modos para vivir la comunión, la participación de todos”, advirtiendo al mismo tiempo de la necesidad de evitar “que las estructuras se conviertan en una burocracia que nos impidan entregarnos a la misión”.

“Queremos dar continuidad al trabajo que hemos estado haciendo desde hace años para profundizar en el carisma del Movimiento y la aportación específica de cada una de las vocaciones que lo conformamos. Además, necesitamos resolver algunas cuestiones sobre el modo de cumplir la misión en conjunto”, dice el consagrado Bernardo Pérez.

Dice Fernando Rincón Gallardo: “Yo creo que si aplicamos bien lo que hemos estado tratando estos días habrá un florecimiento y maduración de las personas, las secciones y las obras. Los legionarios, los consagrados y consagradas debemos ser los primeros convencidos de que los laicos son apóstoles y misioneros, y que la plenitud de su vocación consiste no en sólo recibir, sino aportar a la instauración del Reino de Cristo en la sociedad”.



Los documentos producidos en estas reuniones serán promulgados una vez que se haya llegado a la redacción definitiva.

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