Entrevistamos a Cristina, del departamento de Orientación Infantil de Highlands School El Encinar, para que nos cuente una nueva propuesta para "aprender a convivir"

La convivencia entre alumnos es algo por lo que se preocupa Highlands School El Encinar, por eso los profesores de infantil han creado un banco para aprender a convivir. Este banco es un recurso situado en el patio de infantil para hacer que los alumnos entiendan que todos pueden hacer algo para mejorar la convivencia en el colegio y además proteger a los niños que no se sienten bien en el patio. En el banco se sentarían los que se encuentren solos, tristes o con miedo... Los niños se acercan y les preguntan: "¿Qué te pasa?¿te podemos ayudar?". Los que están sentados les cuentan y los que preguntan los invitan a jugar con ellos. "Todos los alumnos conocen el banco y poco a poco lo van utilizando", nos comenta Cristina Crespo del departamento de Orientación de Infantil. Para saber más sobre este plan hemos entrevistado a Cristina para que nos cuente cómo surgió la idea y si este plan de convivencia va dando resultados.

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¿A qué se debe la implementación de este proyecto?

Todo empezó con la prevención del acoso escolar que se lleva haciendo en el colegio desde hace unos 5 años, con programas de inteligencia emocional y un proyecto transversal que se llama "aprender a convivir". Hace unos dos años constatamos que la mayoría de los conflictos ocurrían en el patio. Siguiendo nuestra metodología de aprendizaje basado en proyectos, se propuso a las profesoras un proyecto donde les pedíamos a los niños que pensaran en el patio que querían. Nosotros les dijimos que ese patio que diseñaran tenía que tener un objetivo, salir cansado del mismo. 

Alumnos de infantil más mayores representan la obra de teatro
en la que explican a los más pequeños para qué sirve el banco
para aprender a convivir.

¿Quién propuso esta idea? 
Surgieron muchas ideas, la mayoría giraba entorno a que todos querían ser amigos y jugar juntos. De esta experiencia, unida a la formación constante por parte del departamento de orientación, se les presentó el proyecto KIVA de Finlandia, donde hay un banco KIVA (orientado a primaria). La orientadora de infantil se lo propuso a las profesoras como algo positivo dentro del proyecto patio: "Pon un patio Highlands en tu vida", como un recurso para los niños que se sienten solos o no tienen con quien jugar y para que los demás observasen y actuasen. Todos podemos hacer que los demás se sientan mejor dentro de la comunidad educativa. Damos recursos a las víctimas y las apoyamos, no a los agresores. No nos unimos a un juego donde haya alguien que sufra. 

¿Cómo se presentó el proyecto a los alumnos?
Las profesoras lo acogieron con mucha ilusión y poco a poco se está formando a los alumnos para diferenciar estas emociones y poder estar alerta de los niños que no lo pasan bien. Una de estas acciones para que los alumnos aprendan y entiendan ha sido una obra de teatro en la que los alumnos de 5-6 años representaron a los alumnos de 3-4 años para que entendiesen cuándo había que usar el banco y cómo reaccionamos los demás ante alguien que se siente en él.

¿Los alumnos usan el banco?
Después de una obra de teatro, una niña de 3 años se sentó en el banco porque no le dejaban jugar y compañeras suyas se acercaron para decirle que podía jugar con ellas. Los profesores están siempre pendientes por si tienes que intervenir, pero en esta ocasión se solucionó con la ayuda del banco. Los niños se están concienciando y acuden cuando hay alguien sentado, entonces les preguntan: "¿Qué te pasa?" o "¿te puedo ayudar?". Normalmente esa ayuda es buscar a una profesora que actúa de medidora, aunque estamos sorprendidos de la empatía de los alumnos y niños de tan temprana edad, y las soluciones que dan.

¿Hay algún niño encargado de cuidar a aquellos que se encuentran solos o tristes, o los que quieren se acercan?
Todos somos posibilitadores de ayudar y cualquiera puede tender una mano. 

¿Alguna profesora? 
Tampoco, no hay una profesora encargada, todas saben qué hacer y cómo actuar. En general todas estamos más concienciadas en ser observadores activos y no pasivos dentro de la comunidad educativa.