26 de febrero de 2019

Papa Francisco: “El objetivo de la Iglesia será escuchar, tutelar, proteger y cuidar a los menores abusados, explotados y olvidados, allí donde se encuentren”

El colofón del encuentro celebrado en el Vaticano sobre la protección de menores en la Iglesia fue el discurso del Papa Francisco, este domingo 24 de febrero. En él, el Santo Padre fue muy claro a la hora de denunciar la existencia de los abusos fuera y dentro de la Iglesia, pero ante todo fue propositivo a la hora de comprometer a la Iglesia en su defensa de los menores y en lucha contra la pederastia allí donde se dé.

El Papa contextualizó la realidad de los abusos: “Un fenómeno históricamente difuso en todas las culturas y sociedades”; que los que comenten abusos “son sobre todo los padres, los parientes, los maridos de las mujeres niñas, los entrenadores y los educadores”; que en Italia, según un informe, el 68,9% de los casos se dan en el “ámbito doméstico”; o que el turismo sexual, en el que cada año “tres millones de personas emprenden un viaje para tener relaciones sexuales con un menor”.





Tras denunciar el escándalo de que haya en el seno de la Iglesia también consagrados que abusen de menores, el Papa Francisco señaló que “la Iglesia se siente llamada a combatir este mal que toca el núcleo de su misión: anunciar el Evangelio a los pequeños y protegerlos de los lobos voraces”.

Por eso señaló que “el objetivo de la Iglesia será escuchar, tutelar, proteger y cuidar a los menores abusados, explotados y olvidados, allí donde se encuentren”, y para ello se centrará en ocho dimensiones: la protección de los menores; la “seriedad implacable” para “llevar ante la justicia a cualquiera que haya cometido tales crímenes”; una verdadera purificación, imponiendo “un renovado y perenne empeño hacia la santidad en los pastores”; “ofrecer un camino de formación equilibrado a los candidatos idóneos, orientado a la santidad y en el que se contemple la virtud de la castidad”; reforzar y verificar las directrices de las Conferencias Episcopales para evitar encubrimientos; acompañar a las personas abusadas; colaboración en el mundo digital para evitar las dependencias basadas en la explotación y el abuso criminal de inocentes; y, finalmente, en la lucha contra el turismo sexual.

El Papa concluyó sus palabras agradeciendo “de corazón a todos los sacerdotes y a los consagrados que sirven al Señor con fidelidad y totalmente, y que se sienten deshonrados y desacreditados por la conducta vergonzosa de algunos de sus hermanos. Todos —Iglesia, consagrados, Pueblo de Dios y hasta Dios mismo— sufrimos las consecuencias de su infidelidad. Agradezco, en nombre de toda la Iglesia, a la gran mayoría de sacerdotes que no solo son fieles a su celibato, sino que se gastan en un ministerio que es hoy más difícil por los escándalos de unos pocos —pero siempre demasiados— hermanos suyos”.



Todas las intervenciones íntegras del encuentro contra los abusos en la Iglesia, aquí: https://www.pbc2019.org/conference/presentations

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