Con este motivo la Fundación Altius, como obra social del Regnum Christi en España, pone de manifiesto su labor a favor de las familias que sufren el desempleo y la pobreza laboral en nuestro entorno más cercano y abre sus puertas para congregar a las personas que se quieran unir a su misión de ayuda a los más necesitados.
Actualmente en España hay más de un millón de hogares con todos sus miembros en paro y un 22,3% de la población se encuentra en riesgo de pobreza según los datos proporcionados por la Encuesta de Condiciones de Vida 2016 que realiza el INE.
Desde hace casi 20 años, la Fundación Altius está al servicio de personas en desempleo y precariedad laboral y les acompaña para que consigan superar por ellos mismos una situación en la que no solo sufren la falta de recursos económicos, sino de todo lo que implica no tener trabajo: carencias sociales, familiares y humanas.
Identificamos estos nuevos rostros de la pobreza en los que viven desesperanzados por las dificultades que encuentran para acceder a un trabajo y sienten la indefensión de no contar con apoyo ni cobertura de ningún tipo en muchos casos: inmigrantes, jóvenes en riesgo de exclusión social, parados de larga duración o personas sin redes familiares a las que acudir.
Identificamos estos nuevos rostros de la pobreza en los que viven desesperanzados por las dificultades que encuentran para acceder a un trabajo y sienten la indefensión de no contar con apoyo ni cobertura de ningún tipo en muchos casos: inmigrantes, jóvenes en riesgo de exclusión social, parados de larga duración o personas sin redes familiares a las que acudir.
Para la Fundación Altius, la ayuda se materializa a través del acompañamiento integral y se inicia en un encuentro de acogida en el que se recibe a cada persona para saber quién es, en qué situación social se encuentra o qué problemas familiares tiene.
A partir de ahí, el equipo de Altius, formado por profesionales y voluntarios, está a su lado para proporcionarle recursos como el apoyo psicológico, la formación en oficios, la orientación laboral o la cobertura de necesidades básicas, todo ello con el objetivo de mejorar sus condiciones personales y profesionales para encontrar empleo.
Es preciso transmitir a estas personas, y a la sociedad en general, que son valiosas, necesarias, que merecen ser escuchadas y que tienen algo importante que aportar. Con ello podemos dar un paso más para conseguir, como decía el Papa Francisco, “huir de la cultura actual del descarte de los más débiles”.
Aprovechemos esta oportunidad que nos brinda el Papa para ponernos al servicio de los más necesitados entendiendo que, como él mismo nos dice: “Los pobres no son un problema, sino un recurso al cual acudir para acoger y vivir la esencia del Evangelio”.
Es preciso transmitir a estas personas, y a la sociedad en general, que son valiosas, necesarias, que merecen ser escuchadas y que tienen algo importante que aportar. Con ello podemos dar un paso más para conseguir, como decía el Papa Francisco, “huir de la cultura actual del descarte de los más débiles”.
Aprovechemos esta oportunidad que nos brinda el Papa para ponernos al servicio de los más necesitados entendiendo que, como él mismo nos dice: “Los pobres no son un problema, sino un recurso al cual acudir para acoger y vivir la esencia del Evangelio”.
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