Después de estar en el paro y haberse apuntado hasta a cinco cursos diferentes orientados a lo que deseaba, conoció a Altius. Y lo hizo a través de la hija de uno de los pastores evangelistas con los que vivía, que le contaba que ya había terminado la formación y tenía opciones de que la contrataran después de concluir las prácticas.
Cuenta cómo cambió su primera impresión de la fundación y de las personas que allí trabajan, así como su decisión de continuar con Altius sus pasos hacia el empleo. "Mis expectativas al principio no eran muy altas, ya que no conocía esta fundación y no sabía el gran equipo que trabaja allí y que además también ofrece comida a los más necesitados. Me alegró el poder formar parte de esta fundación. Tanto las instalaciones como los profesionales te animan a querer aprender y mejorar cada día", explica en su relato.
Hoy, Lara está preparada para sus prácticas en una profesión en la que quiere y espera poder ayudar a las personas. Ella lo subraya así: "Quiero ser camarera porque me gusta estar con las personas y ayudarles en lo que necesiten, y qué mejor que serviles en sus necesidades más básicas ¡el comer y el beber!" Lee su testimonio completo aquí.
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