21 de diciembre de 2016

Highlands School El Encinar | El viaje de fin de curso de la VIII promoción los une "fuertemente como generación" a los pies de la Virgen de Medjugorje

La octava promoción de bachillerato de Highlands School El Encinar ya tiene en común una cosa más en su recorrido académico y formativo en el colegio durante estos años, y es el don de compartir, como clase, un viaje de fin de curso con parada especial en Medjugorje.

Hasta llegar a la pequeña localidad bosnia, hicieron altos en el camino en Padua (Italia), donde visitaron la tumba de San Antonio y celebraron la primera misa del viaje, y en Opatija (Croacia), donde disfrutaron de una noche junto al mar Adriático para, al día siguiente, poner rumbo a Medjugorje.

Los jóvenes, acompañados por el director, el P. José García Sentandreu, L.C., Mariana Ledesma, consagrada, su tutor y sus instructores de formación compartieron “dos días intensos de espiritualidad, conversión y unión”, explica
 el P. José a LomásRC.


Ver a la Virgen como una madre

“Antes de ir a Medjugorje rezaba casi todos los días, ya sea en el colegio o en casa, pero no ha sido hasta que le recé a la Virgen en el monte que sentí tanta paz y sinceridad", explica una de las alumnas que han acudido al viaje. "Es algo que no puedo explicar bien del todo. Sólo sé que ha merecido la pena ir hasta allá para sentir eso”.

“Cuando estaba delante de Ella, miré a todos mis compañeros y vi en cada uno de ellos su rostro o lado más sincero. Fue un momento sagrado en el cada uno de nosotros pidió por sus intenciones. Creo que es la primera vez que he visto a la Virgen como una madre", concluye.

La Virgen cambia la vida de las personas
“Me asombró la insistencia de Patrick, un canadiense que se convirtió por la intercesión de la Virgen de Medjugorje, en que el rosario había cambiado su vida", comenta también para LomásRC otro alumno del colegio. "He querido tomar dicho consejo al pie de la letra y le he propuesto a mi padre rezar un rosario a la semana juntos. Empezamos ayer mismo, y la verdad es que no creo que pueda esperar al lunes que viene".


A estas palabras se ha sumado el P. José, que resalta el valor de los testimonios de los jóvenes. 

“Dejan bien claro que la fe se fortalece, más si se practica en comunidad, que la conversión es necesaria y posible, que la Virgen es una verdadera Madre que nos acompaña. Un viaje donde se dan cuenta de que pueden ser buenos cristianos y pasárselo muy bien a la vez. Que Dios no quita nada y lo da todo", afirma. 

Como promoción también considera que estos días juntos tienen un valor especial: “Se trata de un viaje diseñado para unir fuertemente a la generación antes de su partida, y para tener un experiencia espiritual que marque el final de su trayecto escolar”, comenta el director.

Después de visitar la ciudad mariana, la expedición de El Encinar volvió a Italia para pasar un día en Venecia, donde también celebraron la Eucaristía en la basílica de Santa Lucía, antes de volver a Madrid.




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