La Copa Faro la levantó la anfitriona del torneo, Sevilla, que, además tuvo unos grandes resultados deportivos en las finales que disputó. Los hispalenses del ECYD de Highlands School Sevilla ganaron a Everest School Monteclaro en la categoría alevín y disputaron un enfrentamiento directo en la final de la división infantil. No pudieron alcanzar el triunfo en cadetes, ya que se toparon con Cumbres School Valencia. Una de las curiosidades que nos dejan estos cuatro días ha sido la ausencia de tarjetas rojas.
La reunión de estos jóvenes terminó, por este año, con una misa de acción de gracias por el ambiente de la Copa en la Iglesia de El Salvador. Sevilla clausura este torneo sabiendo que en la próxima edición volverá a ser el lugar de acogida para los jóvenes, el deporte y los valores, porque la sede cambia cada dos años.
El P. Ricardo Sáinz, L.C., responsable del ECYD Sevilla, destacaba que los frutos de estas jornadas futbolísticas iban más allá del balón: “Ha sido una gran oportunidad para fomentar una cultura del encuentro. Los chicos han podido poner en juego su solidaridad y sobre todo su caridad con el otro”, señala.
El P. Francisco Hernández Nuño, L.C., añade la importancia que ha supuesto para Sevilla acoger y ganar este año: "Viene a atesorar una línea de trabajo muy positiva hecha por los grupos y que tenía que ser muy alentador para los próximos jóvenes, una demostración de que el trabajo bien hecho tiene su fruto."
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