5 de abril de 2016

Don Rafael Carrasquer, párroco en Barbastro Monzón: “Estos jóvenes hacen lo que pide el Papa: salir a las periferias”

Don Rafael Carrasquer es sacerdote de la diócesis de Barbastro Monzón, en la provincia de Huesca. Es un hombre dedicado a la misión y tiene a su cargo cinco pueblos Ballobar, Chalamera, Villanueva de Sigena, Sena y Castelflorite. Don Rafael recibe en sus parroquias a jóvenes misioneros de desde hace 11 años. Primero fue en la zona del Pirineo en donde estaba destinado, y desde hace un tiempo, en estas nuevas parroquias. En esta ocasión, 16 chicos de 15 y 16 años, acompañados por el P. José Ignacio de la Barreda, L.C., y el P. Mauricio Ruiz, L.C., se han puesto a sus órdenes esta Semana Santa para todo lo que don Rafael necesitase.

De los legionarios dice que “son de gran ayuda porque yo solo no puedo llegar a todas las comunidades”, y de los jóvenes que hace “lo que el Papa está pidiendo. Este Papa está pidiendo que se salga a las periferias y salir a las periferias es esto. Lo que hacen estos chicos”.


Don Rafael, usted ya lleva 11 años acogiendo a estos chicos de 15 y 16 años en su parroquia, ¿en qué le ayudan para que siga recibiéndolos durante tantos años?

En primer lugar, los sacerdotes son de gran ayuda porque yo solo no puedo llegar a todas las comunidades para celebrar la Semana Santa. Y en los jóvenes yo veo mucha ilusión y alegría, que es lo que el Papa está pidiendo a la Iglesia. Además son jóvenes con valores que viven la Semana Santa y la Pascua de una forma diferente. Aun teniendo familia y pudiendo irse de vacaciones o al menos estar más cómodos, se vienen aquí, en donde duermen poco y en sacos…

Y ¿qué les pide usted a los chicos?
Depende mucho de los lugares. No es lo mismo los pueblos actuales, que los pueblos del Pirineo, casi en la frontera con Francia, en donde estaba antes. Allí había pueblos en los que en años no habían tenido una Semana Santa. Donde había que comenzar todo.

Lo que hacen aquí es ir por las casas, invitarles a los oficios, visitar a los enfermos, ayudar en las celebraciones, en algunos pueblos sacar las imágenes, la noche del Jueves Santo se organizan las horas santas y ellos son los que hacen los turnos de vela…

Es lo que el Papa está pidiendo. Este Papa está pidiendo que se salga a las periferias y salir a las periferias es esto. Lo que hacen estos chicos. Esta zona es el bajo Cinca, son pueblos ricos, que lo tienen todo, pero falta el testimonio que están dando estos chicos.

¿Cómo es la relación con los adolescentes de su parroquia?
Llama la atención ver gente joven que vienen de grandes ciudades a estos pueblos a vivir la Semana Santa. Pues todos sabemos que la juventud está un poco verde en estos temas.

Ahora bien, ¿en qué medida implican a los otros jóvenes? Lo primero que surge es el interrogante de por qué. Y ellos ya saben que es por amor a Jesús. Ellos consiguen que los grupos que hay en la parroquia, como los de confirmación, se unan a ellos, suelen jugar algún partido de futbol, la última noche comparten con ellos un pica pica, etc. Lo más importante es que ven que no son sólo ellos los que van a Misa, sino que hay jóvenes de Madrid, Valencia, Palma… que también van, y a los que sus padres también les dicen lo que los suyos les dicen a ellos.

¿Qué queda después de esta semana en sus feligreses?

Lo que queda lo sabe el Señor. Nuestra misión es la de sembrar, sin importar horas o ambientes, y utilizar todos los medios. Quedará mucho bien. Ya lo dice el evangelio lo vuestro es sembrar, la cosecha no es cosa vuestra. Queda una Semana Santa grabada en el corazón y en el alma de las personas con gente joven, con acólitos, con su testimonio por las calles, verles jugar, reírse, hacer juerga… todo cristiano.

Te cuento una anécdota. El Jueves Santo, serían como las diez menos cuarto de la noche, vi que venía un grupo de jóvenes con el P. José Ignacio de la Barreda. Estaban muy contentos y vi que llevaban lamparitas encendidas. Me pregunté que por qué estarán rezando por las calles si ahora van a ir a la procesión del Santo Cristo en la ermita… Cuando me acerqué a ellos, me dijeron todo contentos: “Venimos de llevar la comunión a una enferma”.

La enferma estaba emocionada por ver que era gente joven la que le llevaba la comunión y justamente esa noche de Jueves Santo. Fue algo impresionante y que quedó en la mente de muchas personas que les vieron hacer esto.

Don Rafael, me comentaba que es muy importante también para usted la ayuda de los sacerdotes
Sí, es una bendición de Dios la labor que están haciendo los legionarios. Vienen cansados del curso, y estos días que podían estar más cómodos en sus comunidades los pasan con jóvenes y ayudando a un sacerdote… Van a los pueblos, no duermen, me ayudan, comparten las alegrías y también algunas cruces… Y sin embargo siempre les ves alegres y en actitud de servicio… Hay que valorarlo. Que vengan estos sacerdotes tan bien formados es una ayuda de Dios.



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