Denise Funke es consejera del Gobierno General de las consagradas del Regnum Christi. Esta vez publicamos su entrevista en la que responde a preguntas como qué quería ser de mayor o cómo conoció el Movimiento. Gloria Rodríguez, Paula Errázuriz, Viviana Limón y Mari Carmen Ávila también han respondido y las hemos ido publicando a lo largo de las últimas semanas. (Continuar leyendo)
Denise Funke nació en Canadá. Tiene dos hermanas, una es cinco años mayor que ella y la otra cinco años menor; tiene también dos hermanos, uno dos años mayor que ella y otro dos años menor. Su vida familiar fue muy rica. Recuerda con cariño que su papá gozaba cada año de seis semanas de vacaciones, tiempo que aprovechaba para viajar con toda la familia. En dos de estos viajes familiares fueron de Canadá a México, y desde entonces su papá canta Las mañanitas los días de cumpleaños. Les gusta disfrutar estar juntos y los juegos de mesa.
1. ¿Cómo conociste el Movimiento?
Soy la primera consagrada de origen canadiense. Lo conocí cuando trabajaba en el movimiento pro-vida. Trabajaba en la universidad y viajaba dando charlas sobre sexualidad en las que solía coincidir con legionarios. Un día me invitaron a un retiro.
Estudié educación por consejo de mi padre para asegurar un buen futuro profesional, una buena atención a mi familia y porque me encantan los niños, aunque mi ilusión era estudiar medicina deportiva.
Durante los años de carrera vi la necesidad de conocer más mi fe dado que era una universidad muy liberal en todo lo relacionado con la sexualidad; esto me hacía sufrir y necesitar buscar la verdad.
Conocí a los legionarios y pensé que sería de gran ayuda para mí dar un año al servicio de la Iglesia: fui a un retiro para discernir si esto es lo que Dios quería, pero en ese momento Dios me llamó a entregarle toda mi vida consagrándome a Él. Cambió todos mis planes, y yo le dije que sí.
Lo más sorprendente es que cuando fui a decírselo a mis padres, con miedo porque yo no solía tomar decisiones precipitadas, mi madre me dijo que ya lo sabía, que intuía que Dios me iba a pedir algo y que no le sorprendía.
2. ¿Qué has aprendido durante esta experiencia que has vivido en la primera Asamblea general de las consagradas?
Primero tuve que hacerme a la idea de que íbamos a ser 42 personas, es decir, mucha gente para poder expresarse y hablar de temas importantes.
Los primeros días fueron difíciles. A veces lo que escuchaba no lo entendía, o no me gustaba, o no lo captaba, y eso me dejaba inquieta. Después sentí que Dios me invitaba a aclarar mis dudas, a acercarme a cada una para entenderle, a crear lazos.
Soy tímida y me cuesta salir al encuentro de las personas, pero lo hice y eso cambió toda mi asamblea. Así fui acercándome a cada una y con ello he compartido sus dudas, sus dolores, las opiniones nuevas y buenas, y se ha convertido en una experiencia que me ha abierto horizontes. He comprendido que podemos tener diferentes opiniones manteniendo una fuerte unidad en lo esencial y que estamos en un proceso de adaptación a esta realidad.
También he experimentado la paz que da saber que Dios siempre sale al encuentro donde estemos y en las condiciones en las que nos encontramos. Estamos en este momento de nuestra historia, estamos caminando paso a paso con paciencia y sin empeño perfeccionista; Dios actúa en la diversidad, en el grupo grande, en nuestros defectos y cualidades.
3. ¿Qué has sentido al ser elegida? Cuando el Cardenal te ha preguntado si aceptabas, ¿en qué pensabas? Explícanos lo que seguramente cambiará en tu vida. ¿Qué palabras les dirías a los que dejas?
Dios me preparó espiritualmente aunque humanamente mi corazón está gimiendo pues me lo ha pedido todo.
Este año estaba feliz donde estaba, con mi trabajo en el colegio y apoyando a otros colegios; con mi equipo y las relaciones personales con cada una de mis compañeras. Era la primera vez en mi vida consagrada que me había tocado vivir en un lugar desde donde había vuelo directo para visitar a mi familia. Los días previos a la votación estaba contando los días para regresar a Dallas, con mi equipo. Y el miércoles, cuando fui elegida, caí en la cuenta de que mi vida cambiaba desde ese instante.
Antes de la votación, en algunas conversaciones me preguntaron si aceptaría, y sentí que Dios me preguntaba: ¿Lo harías? Yo sabía que tenía que hacer el ejercicio de desprendimiento puesto que mi llamada fue con el pasaje de Abraham con Isaac. Incluso hice una lista de lo que me costaría dejar si me lo pedía y le dije: “Te amo más que todo esto, si Tú lo quieres, lo haré; no con gusto, pero porque Tú lo quieres”. Quiero ser la Esposa dispuesta a entregarse. Y he de decir que logré decirlo con gozo, pero supuso un verdadero ejercicio espiritual. Al bajar a la sala de la asamblea para las votaciones estaba en paz.
No me siento capaz de cumplir esta misión, no se por qué me votaron, pero estoy para servir.
4. Tu familia, al saber que fuiste elegida, ¿qué te ha dicho? ¿Cómo reaccionó?
Tengo unos padres que no merezco. Les llamé y pusieron el teléfono en altavoz. Ellos estaban en la cocina preparando el desayuno, distraídos y esperando. Se sentaron y me preguntaron: “¿Qué quieres contarnos?”. Me quedé muda, les dije: “Este verano, cuando compréis el billete de avión para la visita familiar, compradlo desde Roma, no desde Dallas”. Y mi madre me dijo: “¡Oh! Te han elegido”, y le dije que sí y rompí a llorar.
Mi padre me consoló y me dijo: “A cada día le basta su afán, sí hija, hemos estado rezando mucho por ti todos los días”. Luego hubo un momento de silencio y me dijo: “Oye… No debimos haber rezado tanto”. Y después me preguntaron si íbamos a tener la siguiente visita en siete años, dado que en el pasado esa era la norma que seguíamos las consagradas. Les dije que no, que esa práctica ya ha cambiado, y me dijeron: “Ok”.
5. ¿Qué te ilusiona de los próximos 6 años?
La verdad, externamente no hay nada ahora que me ilusione o apetezca. Ni siquiera vivir en Roma. Lo que me ilusiona es darle todo a Dios y decirle esto es por ti. Esto es lo que me hace experimentar un gran gozo espiritual.
6. Dinos cuatro palabras clave sobre la nueva página que se empieza a escribir en nuestra historia.
Esperanza
Paciencia
Hermanas
Humildad
7. ¿Qué más te gustaría compartir las demás consagradas? ¿Tienes algún mensaje para ellas?
Que estoy aquí para escuchar.
También quiero decirles que hemos aprendido que la vida consagrada, tanto la personal como la comunitaria y la misión, se vive en la localidad. Lo que es importante es lo que pasa ahí, y espero que como gobierno podamos trabajar desde esta visión.
Nosotros solo podemos reaccionar y ayudar a lo que viene de abajo y no al revés, enviando indicaciones sin estar en el terreno en el que se juega todo.
Denise es licenciada en Educación y Desarrollo por la Universidad Anáhuac. Ha trabajado apostólicamente en México, Irlanda y Estados Unidos, en instituciones educativas y en la formación de consagradas en centros estudiantiles y centros de formación. Antes de asistir a la Asamblea general era la directora de formación de Highlands School en Dallas y miembro del consejo territorial de Estados Unidos. Tiene 42 años y 21 de vida consagrada.
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