Muchas veces hemos oído de grandes apostolados que surgen de un Encuentro con Cristo y creemos que o se hacen grandes cosas o no se hace nada. El lograr que una sola persona tenga un diálogo personal con Cristo, o que aumente su fe en la oración, ése es ya un gran y profundo fruto; con las pequeñas cosas se construyen los grandes edificios. Tras un encuentro con Cristo en la sección de Señoras, decidieron poner un medio para ejercitar su fe en la oración y sobre todo acompañar a Jesucristo Eucaristía. (Continuar leyendo).
Un grupo de personas del Movimiento y de Familia Misionera, pasaron toda la noche del pasado viernes, día del Sagrado Corazón, en vela acompañándole a Él. Emi, una de las participantes, nos cuenta que “fue una noche muy íntima en la que pedimos especialmente por la consagrada Ana Romero, por la Iglesia, por el Regnum Christi y por nuestras intenciones personales".
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