Miguel Revuelta, Premio Optimus 2015 de la Universidad Francisco de Vitoria: “El premio es un gran honor y también una gran responsabilidad”

Miguel Revuelta (1988) es alumno de último curso del Grado en Ingeniería Informática y ha recibido el Premio Optimus de este curso, un reconocimiento que otorga la Universidad Francisco de Vitoria para reconocer los méritos del mejor alumno de cada generación: su esfuerzo, trabajo y dedicación a todas las áreas de la formación integral, según el Ideario y el proyecto educativo de la universidad. Aquí puedes leer una entrevista donde cuenta cómo ha recibido la noticia y de qué manera ha vivido su etapa universitaria.

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¿Qué ha supuesto para ti el Premio? ¿Te lo esperabas?

El premio es un gran honor y también una gran responsabilidad. Todavía me queda mucho por reflexionar qué supone este premio para mí. Creo que es una señal de que he ido haciendo las cosas bien, y de que voy por el buen camino para hacer que exista concordancia entre mi vida laboral y mi vocación. No me lo esperaba, la verdad. Desde que supe que era candidato, lo cual fue toda una sorpresa, he intentado que el proceso no se convirtiera en una distracción para mí ya que todavía estoy terminando la carrera.

¿Cómo han recibido este reconocimiento en casa?
Ha sido una alegría para todos, me alegro de haber podido darle un motivo de alegría a mis familiares, especialmente a mis padres y hermanos. Ellos no se esperaban que pudiese suceder algo así, ni siquiera conocían que la Universidad otorgase un reconocimiento semejante. Hasta que no fui finalista no les comenté nada. También celebro haber dado una alegría a mis demás seres queridos, sean o no familiares.

Cuéntanos cómo han sido tus años en la Universidad
Han sido de los mejores años de mi vida sin lugar a dudas, quizá haya vivido estos años demasiado deprisa. La Universidad me ha ofrecido tantas oportunidades que hacer una descripción detallada de todas y cada una de ellas me llevaría meses. Destacaría la figura de las mentorías. En ellas encontré un espacio en el que encontrar pistas para formularme las preguntas que debía plantearme y, de este modo, intentar dar lo mejor de mí mismo todos los días para todas las personas.

¿Desde cuándo querías estudiar Informática?, ¿por qué la UFV para hacerlo?

Después de bachillerato y mientras trabajaba en cosas puntuales estuve en el mundo de la computación, por lo que opté por estudiar el ciclo formativo de grado superior en Desarrollo de Aplicaciones Informática en el I.E.S. Gerardo Diego de Pozuelo de Alarcón.

Las prácticas del ciclo formativo las hice en la Universidad, en el departamento de Calidad, y disfruté mucho de este periodo. Después me decidí a hacer la carrera. Tras buscar en universidades públicas, me decanté por la UFV porque me sentí acogido y comprendí que el programa era más ambicioso y tenía más valor gracias a que el excelente programa del Grado de Ingeniería Informática fuese acompañado por la apuesta humanística. Supe que mi formación sería más integral. Esta conclusión, junto con las mentorías, y sobre todo las personas magníficas que constituyen la universidad, fueron la razón de que me quedase. Acerté con la decisión, porque han sido unos años inolvidables llenos de riqueza espiritual, intelectual y social.

¿Qué destacas de la UFV y qué te llevas de tu paso por la Universidad?
El ambiente de la UFV es insuperable, su programa educativo es único, el compromiso que tiene la Universidad por hacer de este mundo un lugar más digno para la persona es algo que deberían interiorizar las demás universidades. Me llevo de la Universidad; amistad, cariño, una preparación profesional a nivel técnico completa, un desarrollo de mis dimensiones y facultades humanas extraordinario, un compromiso para ser un agente del cambio, y también unos valores que me han permitido ser más humano y humanizador. Y me llevo el haber aprendido a valorar y apreciar a los demás por sus imperfecciones, en vez de sólo por sus virtudes.

¿Has hecho prácticas? ¿Dónde? ¿En qué consistieron?
He estado estos tres años colaborando como técnico y como becario en distintas áreas de la Universidad. En mi primer año de carrera trabajé para un proyecto de las áreas de Calidad y Antropología. Estuve investigando e implantando una aplicación para la realización de encuestas online. El segundo año fui becario de ADE. Estuve desarrollando una página web dinámica para administrar los concursos que se van ofreciendo desde la Universidad en colaboración con distintas empresas y organizaciones. Este año he seguido siendo becario tanto en ADE como en el CEIEC.

En ADE estamos realizando la especificación de un posible campus virtual para la Universidad, un portal para la transversalidad. En el CEIEC estamos desarrollando una aplicación para análisis de informes clínicos de los hospitales de la UCR. La idea es poder dotar a los médicos de una herramienta que les ayude a contrastar sus predicciones y tomar decisiones con menos riesgo.

¿Has tenido la oportunidad de participar en viajes de la Universidad?
En varias ocasiones. Viajé a Nueva York con la sociedad de alumnos Be The Change para asistir a la Semana de la Mujer en la ONU. El verano pasado estuve en Etiopía, en las misiones que organiza la UFV, donde me asignaron los Brothers of Charity, que tienen una casa de acogida para personas con problemas físicos, genéticos y psicológicos. Allí dedicábamos el día entero a jugar con los chavales, a estar con ellos en clase enseñándoles y sobre todo aprendiendo juntos. Tanto el padre Justo como los profesores Pilar Jiménez, Susana García Cardo, Daniel de la Rosa y Lara Picazo se encargaron de mantener siempre esa cohesión. El próximo es un viaje de estudios a Alemania, a visitar Frankfurt y Darmstadt, con mis compañeros del Grado de Ingeniería Informática, en lo que quizá sea mi último viaje con la Universidad. Y la verdad estoy decidido a disfrutarlo al máximo.

¿Qué quieres hacer una vez termines la carrera? ¿Qué planes de futuro tienes?
Estoy interesado en estudiar un Máster, probablemente en el extranjero, aunque todavía no he tomado la decisión final. Para mí lo ideal sería poder compaginar el estudio con el trabajo. Me gustaría dedicarme a la investigación, al menos tener la oportunidad de hacerlo durante unos años. Las áreas de Inteligencia Artificial, Estadística, Minería de Datos y Robótica me llaman especialmente la atención, pero hay muchas otras cosas que también son muy interesantes y que, a priori, no parece que tengan mucho que ver con las disciplinas mencionadas.

Supongo que lo complicado del asunto es que en realidad me gusta aprender y conocer nuevas facetas de la realidad, de la existencia, y del sentido la vida, por lo que tomar la decisión de especializarme en algo muy concreto me resulta complicado. Además, ¡todavía tengo que terminar mis estudios aquí!