¿Cómo surgió la iniciativa de exponer tu obra “Cosmic Matter” en Everest School Montecarlo?
El propósito y la iniciativa, que va todo junto, es que Everest School contactó a la Universidad Francisco de Vitoria, en concreto al departamento de Culturales, para realizar exposiciones allí con obras de alumnos de Bellas Artes. El departamento de Culturales quiso que fuera yo, como profesora, la primera que expusiera. Es como un lazo de unión entre ambas instituciones, la Universidad y el colegio.
¿Qué se puede aprender a través del arte?
A través del arte, más que nada, se aprende a contemplar. Supone tomar una pausa de la vida y dedicar tiempo a la belleza, a las emociones y aquello que nutre el espíritu y el alma.
¿Qué mensaje esperas que los alumnos reciban a través de contemplar tu obra?
Mi obra, como todo el arte abstracto, es básicamente contemplativa, no existe una narrativa ni un mensaje inscrito en ella. Lo que recibe el espectador que contempla una obra abstracta es una proyección de sí mismo, es como mirarse en el espejo, puesto que las emociones proyectadas sobre las formas y los colores dependen de cada uno. No se trata de leer un cuadro figurativo en el que intentas ponerte en el lugar del artista sino que, en la obra abstracta, uno se enfrenta a su propia percepción de sí mismo reflejada en las cualidades formales y sensibles de la obra.
¿Esta iniciativa tiene que ver con tu tesis doctoral sobre el concepto “Infraleve”?
No, mi tesis doctoral y mi obra artística son paralelas y, aunque espero que en algún momento se toquen, de momento no tienen nada que ver. Mi obra artística es una experiencia de vida y mi investigación doctoral es una investigación estética sobre un concepto particular.
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