Fotogalería | Los alumnos de Cumbres School Valencia celebran el día de formador para agradecerles toda la entrega que les dedican

No solo profesores, también todo el personal no docente tuvo su día en Cumbres Valencia: el viernes pasado fue el día del formador. Todos, de una forma u otra, participan en esta misión educativa que tiene el colegio con sus alumnos. Por ello, los prefectos de disciplina, Alejandra Marín y Javier González, movilizaron a los alumnos para organizar diversas actividades a lo largo de este día.

Algunos de ellos se vistieron de carteros y fueron repartiendo a los formadores una planta y una chapita conmemorativa del 30 aniversario del colegio, que se está celebrando justamente durante este curso. Pero también hubo otros detalles como el grafiti –sobre un rollo de papel- que pintaron los chicos de secundaria agradeciendo el trabajo que desarrollan sus formadores.

En la jornada no faltó un magnífico almuerzo, ni los post-it con los que inundaron los alumnos los despachos, precisamente, de los prefectos de disciplina, los grandes promotores del día. Si quieres ver la fotogalería que ha subido el colegio, puedes acceder desde este enlace.

Durante la Misa se rezó la “Oración del Maestro” que no dejó indiferentes ni a alumnos ni a formadores:

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Oración del Maestro

Marian Cantero, coordinadora de primaria,
rodeada de alumnos

Señor, tú que has llegado a la vida adulta mediante el paciente crecimiento, dame paciencia para guiar a mis alumnos hacia una vida auténtica y plena.

Que sea tan humilde y que me mantenga tan abierto, que pueda continuar creciendo y aprendiendo mientras enseño.

Que pueda aprender las leyes de la vida humana tan bien que, más allá de la recompensa y el castigo, pueda ayudar a cada uno de mis alumnos a encontrar una devoción suprema que los impulse a darse por entero, y que esa devoción concuerde con tus propósitos para el mundo.

Concédeme la gracia de luchar, no tanto para ser llamado maestro, sino para serlo; no tanto para hablar de ti, sino para revelarte; no tanto para referirme al amor y al servicio humano, sino para poseer el espíritu del amor y el servicio; no tanto para referirme a “los ideales de Jesús”, sino para revelarlos en cada acto de mi enseñanza.

Líbrame de sumergir mis labores en la mediocridad, ayudándome a tener siempre presente el pensamiento de que, de todas las actividades humanas, la ENSEÑANZA es, en gran medida, la tarea que tú has estado haciendo a través de todas las generaciones.

Amen

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