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8 de febrero de 2017

"Educar en virtudes", conferencia del Dr. Enrique Martínez en el Auditorio del Real Monasterio de Santa Isabel en Barcelona

¿Por qué es hoy importante educar en la virtud? ¿En qué consiste educar en la virtud? y ¿Cuáles son los principios generales para educar en la virtud?, son las tres cuestiones que abordó el doctor Enrique Martínez en una conferencia que impartió la semana pasada en el auditorio del Real Monasterio de Santa Isabel, y que ha sido organizada por la sección de adultos del Regnum Christi.

Una charla que inició con un deseo: que los asistentes dirigieran la mirada hacia lo importante que es educar en la virtud, a descubrir lo bello y grande que es educar en la virtud. Y a partir de ahí, que cada uno extraiga sus propias conclusiones con la ayuda de la
prudencia, con el acompañamiento de otros matrimonios amigos y con la enseñanza de la Iglesia durante tantos siglos y que actualmente tiene un magnífico referente en el Catecismo.

Enrique Martínez, que es Doctor en Filosofía y Ciencias de la educación por la Universidad de Barcelona, y actualmente es profesor de la Universidad Abat Oliba y director del Instituto Santo Tomás de la Fundación Balmesiana, explicó que muchos padres y educadores sufren una gran confusión favorecida por la existencia de diversas corrientes pedagógicas como las intelectualistas, casuísticas, libertarias, fundamentadas en el esfuerzo por el esfuerzo, hedonistas… Por ello, la alternativa es la educación en la virtud. Partiendo de un ejemplo concreto (virtuoso del violín), mostró a los asistentes las diferencias entre el que es principiante en una virtud y el que ya la ha alcanzado.


La virtud no es un fin en sí mismo
Insistió en que la virtud es un medio para alcanzar un bien, no un fin en sí mismo, y que debe ponerse al servicio del bien del amigo, del cónyuge, de los hijos…

Con referencia al diálogo entre el zorro y el principito, de la obra de Saint Exupery, manifestó que para que la educación en virtudes se requiere diálogo, dedicación, cuidado, apertura del corazón…

¿Qué es la virtud?
La definió como un conjunto armónico de hábitos ordenado a la felicidad propia y del otro. Por eso se puede afirmar que la virtud sirve sobre todo a la amistad. Destacando una especial amistad: la amistad con Dios. Esa amistad, que es pura gracia, nos lleva a afirmar que lo fundamental para la educación de los hijos es rezar a Dios con confianza.

Finalizó la conferencia con unos principios generales. En primer lugar afirmar que la virtud no es el fin, el fin es la unión por amor con un bien, sobre todo con los amigos, con el prójimo y con Dios. En segundo lugar que los verdaderos educadores son aquellos en donde engendrar es lo más natural: los padres. Después resaltó la importancia de tener modelos a imitar, y por último, la connaturalidad.


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