Si descubrimos que ante los ojos de Dios que el sufrimiento y la cruz tienen sentido, entonces la segunda sesión respondió a una cuestión que nace de forma inmediata y espontánea: “¿Cómo rezar cuándo sufro?”. Es lógico y humano sentir algún tipo de abandono por parte de Dios: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”, exclamaba el propio Jesús desde su cruz.
Y finalmente, la tercera sesión, titulada “Las noches oscuras de la vida: experiencias extremas”, a partir del libro de Alejo Navarro “La noche oscura de san Juan de la Cruz”, se hizo un repaso a tres preguntas fundamentales para todo aquel que vive la experiencia del dolor: “¿Por qué permite Dios esto?” “¿Por qué a mí?” Y “¿Por qué ahora?”
A tenor de la participación y los comentarios de los asistentes, el taller ha sido calificado por los organizadores como un éxito, y conscientes de que la formación no acaba con esos talleres, se ha ofrecido a todos los participantes la lectura de dos textos para completar el estudio del tema tratado: la “Salvifici doloris” de Juan Pablo II y la obra ya citada del P. Alejo, “La noche oscura de san Juan de la Cruz”.
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