Los jóvenes de los demás equipos del Regnum Christi de Córdoba decidieron apoyarles, y se reunieron en una de las avenidas más transitadas de la ciudad para que antes de empezar cada joven tuviese su camiseta, su rosario y las frases que repartir.
Cada uno tenía que ponerse una camiseta que por la parte delantera tenía un signo de interrogación y por la parte posterior unas sílabas que todas unidas formaban la frase: "Quién ama como una madre". Ellos formaban la frase cada vez que un semáforo se iluminaba de color rojo mientras que otros repartían rosarios, e invitaban a los conductores a que lo rezasen leyendo alguna cita de algún santo o del Papa Francisco.
Fue una experiencia de fe muy satisfactoria para todos los jóvenes y, dado que la mañana se alargó más de lo previsto, tuvieron que acercarse a una tienda cercana a comprar más rosarios porque se les acabaron los que llevaron.
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