29 de octubre de 2014

Monseñor Carlos Osoro en su toma de posesión: “Os invito a todos a vivir juntos dejándonos abrazar por el amor de Dios”

El pasado sábado 25 de octubre, monseñor Carlos Osoro Sierra presidió en la Catedral de Santa María la Real de la Almudena una solemne celebración de la Eucaristía con motivo de su Toma de Posesión como Arzobispo de Madrid. En ella expresó la necesidad que tiene de contar con la ayuda de todos e invitó a “una pastoral decididamente misionera, ya que la salida misionera es el paradigma de toda obra de la Iglesia. Seamos audaces y creativos, no caminemos solos”.



Al principio de su homilía explicó que “hoy me acogéis a mí como padre, hermano y pastor. ¡Gracias! Que sigamos haciendo de Madrid un lugar de encuentro, de acogida, de promoción de todo ser humano, regalándole la dignidad que Dios ha puesto en cada persona”. Y les invitó “a tener a Dios como valor absoluto y descubrir que es desde Dios desde donde el ser humano alcanza la dignidad más grande, tal y como nos lo ha revelado nuestro Señor Jesucristo”. “Vamos a seguir haciendo que la Palabra resuene, que se conozca a Jesucristo, que los hombres lo acojan como el tesoro más grande que cambia la vida y la historia, continuando las huellas de quienes antes que yo os han acompañado como pastores, testigos y maestros”.

“No defraudemos a los hombres en este momento de la historia, que puedan encontrar las puertas abiertas de la Iglesia, para que puedan percibir que envuelve su vida la misericordia de Dios, que no están solos y abandonados a sí mismos, que tengan la gracia de descubrir en qué consiste el sentido de una existencia humana plena, iluminada por la fe y el amor del Dios vivo: Jesucristo”. Y ha exhortado a “vivir todos juntos dejándonos abrazar por el amor de Dios”.

Os necesito
“Tenemos el mandato de hacer recobrar a los hombres la confianza, la esperanza, la alegría del Evangelio, el encuentro entre los hombres, construir la cultura del encuentro”. Y “lo hemos de hacer con paciencia, sin reproches, siempre con amor, esperanza, alegría y misericordia, saliendo permanentemente a buscar a los hombres, encontrándonos con los hombres en las realidades en las que están viviendo… Urge anunciar a Jesucristo”.


Para ello, “hay que tener el corazón de Cristo”. Y es que, “sin corazón nos hacemos indiferentes”. Todo esto “se puede hacer si cultivamos y construimos la cultura del encuentro, donde el acuerdo es más importante que el conflicto, donde la unidad tiene más fuerza que la dispersión. Estamos llamados, y os invito a descubrir juntos, cómo pasar de una pastoral de mera conservación a una pastoral decididamente misionera, ya que la salida misionera es el paradigma de toda obra de la Iglesia. Seamos audaces y creativos, no caminemos solos”.

Gracias a todos
Por ello, manifestó su agradecimiento, además de al presbiterio diocesano, “a los miembros de la vida consagrada, monjes y monjas, religiosos, religiosas, institutos seculares, sociedades de vida apostólica, nuevas formas de vida consagrada y vírgenes consagradas”. Así como a “todos los misioneros que en diversas partes del mundo habéis salido de esta Iglesia que camina en Madrid para realizar la misión ad gentes”.



Cita con los jóvenes todos los meses
También se dirigió de manera especial a los jóvenes, a quien ha exhortado a “poner en práctica el ‘mandamiento nuevo’. Oponeos a lo que parece hoy la derrota de la civilización, reafirmando con energía la civilización del amor y la cultura del encuentro. Dad un testimonio grande de amor a la vida, don de Dios, luchad contra la pretensión de hacer del hombre el árbitro de la vida del hermano”. Y les comunicó que todos los meses mantendrá encuentros con ellos, a las 10 de la noche, en la Catedral.

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