Taller de oración en el Colegio Real Monasterio de Santa Isabel | Melanie: “Que cada alumno pueda experimentar el Amor de Cristo, y luego querer transmitirlo apasionadamente a los demás!"

Los talleres de oración no se han suspendido
durante el confinamiento. Al contrario se siguen por Teams

La consagrada del Regnum Christi Melanie Duriez y el P. Xavier Carné, L.C., dirigen desde hace unos años unos talleres de oración mensuales para los alumnos de 4º a 6º de Primaria del Colegio Real Monasterio de Santa Isabel. Esta idea surgió con el deseo de propiciar encuentros con Cristo, y de presentar diversas maneras de rezar a los niños. Basándose en elementos del Oratorio de Niños Pequeños, de la Catequesis del Buen Pastor, en la experiencia de consagradas, legionarios y coordinadoras de otros colegios, y en la creatividad del equipo de pastoral del propio colegio, el Espíritu Santo ha inspirado un itinerario muy atractivo y en constante evolución. ¿Pero cómo son estos talleres? Hemos hablado con Melanie, y nos ha contado que “a lo largo de los años, van poniendo en práctica el rezo del rosario, la adoración eucarística, la contemplación, la lectio divina, la oración de corazón a Corazón, la oración silenciosa...". De hecho, Paula, de 6º, nos cuenta que ella “un taller es un rato con Jesús, a su lado, hablando con él. Nos enseñan a rezar de maneras distintas: hablando con Jesús, rezando una oración… ¡Vivo el taller de oración con mucha alegría!”.

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Crear un ambiente para rezar

Para hacer estos talleres de oración es muy importante el lugar, la postura y las actitudes al rezar, “por eso se empieza el taller con la preparación del corazón desde el aula: bajando en silencio a la capilla, y pensando en unas preguntas que les van abriendo al tema (¿Quién me cuida? ¿Qué hago cuando estoy triste? ¿Cuáles son las frases que me gusta que me digan?...)”, nos explica Melanie.

Como el lugar y la postura también es importante, “las niñas escogen si se quieren sentar en el suelo sobre cojines o en el banco (para que se encuentren cómodas para rezar, pero sin faltar al respeto), mientras hay una música de fondo y una atmósfera de recogimiento y enfocando la atención al sagrario con velas, flores… pocos elementos para que no haya distracciones”.

Crecer en la vida de oración

Entonces, la responsable del taller y las alumnas rezan al Espíritu Santo, se explica el tipo de oración que se hará en ese taller, y luego se les deja tiempo para que oren de esa forma. Después, nos comenta Melanie, “dejamos un momento para compartir, de manera voluntaria lo que han sentido, pensado o dificultades que han surgido. Y se termina con una canción, una oración de agradecimiento y se les invita a repetirlo solas en casa”.

Lo cierto, continúa la consagrada, es que “a lo largo de los años, van poniendo en práctica el rezo del rosario, la adoración eucarística, la contemplación, la lectio divina, la oración de corazón a Corazón, la oración silenciosa, la oración de Agradecimiento / Perdón / Intenciones / Ofrecer (el ‘APIO’, como la llaman los niños)”. Y lo mejor de todo es que “durante el confinamiento no se ha parado de hacer estos talleres, que los hemos continuado con Teams, que es la herramienta que usan nuestros alumnos para seguir las clases desde su casa”.

Blanca, una alumna de 5º, nos cuenta también su experiencia: “En los talleres de oración me siento super bien porque cuando le cuento todo a Jesús estoy súper contenta y aliviada. A veces hay momentos que me distraigo pero cierro los ojos y le hablo a Jesús que me ayuda a concentrarme, tal y como nos han enseñado”.

Recordatorio de un taller sobre la "Oración silenciosa"
(Haz clic en la imagen para ver en detalle)

El recordatorio

Al final de cada taller, los niños reciben un recordatorio con los elementos más importantes, para que lo puedan volver a repetir por su cuenta. Es una imagen con las frases claves de la actividad, de forma que lo puedan hacer solos siguiendo los pasos e, incluso, con su familia: “Un día, una chica me dijo ‘¡Le he hecho el taller de oración a mi madre! ¡y luego a mi hermana!”. “Desde luego: es uno de los frutos que se busca en la espiritualidad del Regnum Christi: que cada alumno pueda experimentar el Amor de Cristo, y luego querer transmitirlo apasionadamente a los demás!".