Rocío y Germán, en un momento de su presentación "Con Altura" |
“Despacito, con calma y con altura, hablaremos de amistad, amor y sucedáneos”, se propusieron los organizadores, y esas mismas formas de hablar dieron el título a las diferentes actividades. En la charla “Despacito”, Marilys Olmos explicó a los jóvenes que “estáis hechos para la belleza, y por eso tu cuerpo te está hablando, te está haciendo una invitación, al amor, a tu vocación de amar”. Ahora bien, hay que “entender el lenguaje del cuerpo para entender el lenguaje del corazón”, pues hay que “diferenciar entre amor-pasión y amar-elección” y, por lo tanto, “aprender a amar de verdad”.
Tras una barbacoa en la que, como explican los organizadores, se generó “un ambientazo”, vino una mesa redonda con tres parejas de novios que llevó por título “Con calma”: el tema central, “¿Tiene sentido esperar?”. Explicaron sus experiencias personales, y cómo el camino, aunque puede costar, en realidad aporta mucho más beneficios como el descubrir que uno puede ser amado por sí mismo, y no como un instrumento para otro.
Y finalmente, en “Con altura”, Germán y Rocío explicaron la importancia de vivir bien el noviazgo: todos, jóvenes y adultos, viven en la “cultura del lío” donde la pornografía, las relaciones fuera del matrimonio, la cultura del descarte… llena los corazones de las personas impidiéndolas amar de forma auténtica. De joven a joven, Germán y Rocío, que llevan muy poco tiempo casados, explicaron a los participantes que nuestro corazón está hecho a imagen y semejanza del corazón de Dios, que es infinito, por lo que lo único que llena en plenitud el corazón del hombre es Dios.
Una de las jóvenes participantes ha explicado a LomásRC “que hemos aprendido que importa esperar, porque antes incluso me enfadaba con mi pareja... Ahora me doy cuenta de que lo hace por mi bien y lo mucho que me demuestra con estas difíciles renuncias”. Otro nos comparte que “estamos llamados a la plenitud, pero desde ya, aquí en la tierra”. Y un tercer joven que “sin Dios no hay amor verdadero, y primero tenemos que llenarnos de su amor para poder luego experimentarlo nosotros con los demás y, sobre todo, he descubierto que hay más gente que piensa como yo, que quiere vivir el Camino que yo quiero vivir y que es posible”.
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