David, Ana y su hija maría |
“Alegría!, mucha alegría es lo que sentíamos preparando el viaje hacia el Santuario de Nuestra Señora de Lourdes.
De momento, íbamos a estar unos días compartiendo vivencias en comunidad con todos los que peregrinábamos hacia allá, y después, lo que nos deparara el encuentro con los demás hermanos.
La presencia de la Virgen, las curaciones milagrosas, la fe de los enfermos, la oración comunitaria y la humildad que sientes cuando eres sumergido en las piscinas han reforzado nuestra fe frente al materialismo e individualismo que vivimos en nuestra sociedad.
Con todo lo vivido y teniendo muy presente las palabras de Jesús cuando nos dice “Yo estaré con vosotros hasta el final de los tiempos” podremos seguir caminando siendo ejemplo de todo cuanto hemos recibido estos días.
Lourdes, verdaderamente, ha transformado nuestros corazones.
Que así sea”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por darnos tu opinión