¿Qué se necesita para ser un deportista de alto rendimiento?
Realmente no me considero una deportista de alto rendimiento. El Descenso es una afición que comparto con mi marido, y para nosotros es un estilo de vida, puesto que las carreras implican muchos viajes. Cuando eres deportista de competición, pero debes compaginarlo con tu verdadera profesión, sacar tiempo para entrenar es complicado, sobre todo en un deporte como este que se necesita una logística especial. Así que me lo tomo como un plan familiar de fin de semana e intento aprovechar al máximo los días en los que puedo montar.
Respondiendo a qué es lo que se necesita, es fundamental dedicación, esfuerzo y, sobre todo, mucho apoyo de la gente que te rodea. En mi caso, que además soy madre, todo esto sería imposible sin la ayuda de la familia.
¿Hay una exigencia para ser modelo para los alumnos?
Ser profesor implica ser un referente para los alumnos, puesto que todo lo que hacemos y decimos les influye de alguna u otra manera. Siempre me he considerado una buena deportista, pero no por tener buenos resultados, sino por mi forma de vivir el deporte y de trasmitirlo. El hecho de que mis alumnas me vean practicarlo o comparta con ellas mis experiencias les genera interés por él. Creo que siendo profesora de Educación Física este es el mejor legado que les puedo dar.
Deportistas con valores y deportistas sin valores, ¿hay alguna diferencia?
Por supuesto con valores. Siempre que pienso en un gran deportista no sólo me fijo en sus méritos deportivos, sino en el tipo de persona que es. Todos los deportistas famosos tienen la responsabilidad de ser el espejo en el que se miren nuestros jóvenes, por lo que creo que deberían trasmitir valores positivos.
Estoy convencida de que el deporte es uno de los mejores instrumentos para inculcarles buenos valores a nuestros alumnos.
Realmente no me considero una deportista de alto rendimiento. El Descenso es una afición que comparto con mi marido, y para nosotros es un estilo de vida, puesto que las carreras implican muchos viajes. Cuando eres deportista de competición, pero debes compaginarlo con tu verdadera profesión, sacar tiempo para entrenar es complicado, sobre todo en un deporte como este que se necesita una logística especial. Así que me lo tomo como un plan familiar de fin de semana e intento aprovechar al máximo los días en los que puedo montar.
Respondiendo a qué es lo que se necesita, es fundamental dedicación, esfuerzo y, sobre todo, mucho apoyo de la gente que te rodea. En mi caso, que además soy madre, todo esto sería imposible sin la ayuda de la familia.
¿Hay una exigencia para ser modelo para los alumnos?
Ser profesor implica ser un referente para los alumnos, puesto que todo lo que hacemos y decimos les influye de alguna u otra manera. Siempre me he considerado una buena deportista, pero no por tener buenos resultados, sino por mi forma de vivir el deporte y de trasmitirlo. El hecho de que mis alumnas me vean practicarlo o comparta con ellas mis experiencias les genera interés por él. Creo que siendo profesora de Educación Física este es el mejor legado que les puedo dar.
Deportistas con valores y deportistas sin valores, ¿hay alguna diferencia?
Por supuesto con valores. Siempre que pienso en un gran deportista no sólo me fijo en sus méritos deportivos, sino en el tipo de persona que es. Todos los deportistas famosos tienen la responsabilidad de ser el espejo en el que se miren nuestros jóvenes, por lo que creo que deberían trasmitir valores positivos.
Estoy convencida de que el deporte es uno de los mejores instrumentos para inculcarles buenos valores a nuestros alumnos.
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