La iniciativa de hacer el camino de Santiago comenzó en septiembre del 2013. "Lo que pretendía ser un camino en formato habitual de 100 km. para ganar la Compostela, se convirtió en seguida en un proyecto más ambicioso, pues queríamos caminar de Madrid hasta Santiago", comenta el P. Jacobo Portillo, L.C., uno de los organizadores de la actividad.
De la primera idea, que era hacerla en el plano familiar, pasó a extenderse a los conocidos y amigos y después a las familias de Everest School que quisieran peregrinar. De esta manera llegaron a formar un grupo estable de alrededor de 100 personas que han hecho la mayoría de las etapas. El número de personas ha ido variando de etapa en etapa, entrando finalmente en Santiago alrededor de 140.
"Me ha gustado viajar con papá y mamá por España"
"El Camino de Santiago desde Madrid ha sido una gran experiencia en mi vida que jamás olvidaré; me ha acercado más a Dios, me ha ayudado a superar obstáculos que se presentaban durante el camino y, sobre todo, me ha permitido conocer a gente maravillosa con las que espero continuar caminando en el siguiente viaje", cuenta Patricia, de 15 años.
Para Antonio, de 13 años, esta experiencia ha sido: "Amigos, muchas risas con ellos, compañerismo, esfuerzo, muchas experiencias diferentes a la vida normal. Me ha gustado viajar con papá y mamá por España".
Los padres de familia comparten también su punto de vista. Pepe considera esta propuesta como "un aprendizaje para la vida". Cuando una etapa se hace dura por larga, por subidas, por calor o por lluvia, había que seguir, que esforzarse, sabiendo que al final aguardaba la llegada y la recompensa. Lo mismo en la vida, hay momentos difíciles en los que hay que seguir adelante y luchar para alcanzar la meta".
Experiencias de las últimas etapas
"La experiencia más bonita en esta última etapa ha sido doble: por una parte caminar velozmente bajo la lluvia, el viento y el frío para alcanzar la plaza del Obradoiro, y por otra, ver cómo el deseo de llegar a la meta arrastraba todo el cuerpo, el corazón y la mente de los niños pequeños, jóvenes, adultos e, incluso, de los dos abuelos del grupo.
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| El P. Jacobo Portillo, L.C., entrega las compostelas a un grupo de jóvenes peregrinos de Everest School Monteclaro |
La misa del peregrino, aunque no haya podido ser en la catedral debido a que estaba en obras, ha sido una gran experiencia también, pues la iglesia de San Francisco de Asís estaba llena de peregrinos venidos de todas partes del mundo. A pesar de haber visto pocos peregrinos estos días por el camino francés: "La iglesia estaba llena y no estábamos solos. No sólo comulgábamos nosotros, cosa que se esperaba de nuestro grupo, sino que la mayoría de los peregrinos participaron de la celebración con mucho fervor, lo cual nos demostró que el camino sigue siendo una experiencia religiosa y de fe católica y universal, explica el P. Jacobo.
También fue hermoso nombrar en una de las misas del Camino a las familias, una por una, así como la entrega personal de la Compostela, certificado que te acredita como peregrino del camino de Santiago" .
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