Misiones de Semana Santa | Pablo Galiot, seminarista diocesano: “Se da un testimonio muy grande de alegría y de que hay jóvenes que han tenido una experiencia del amor de Dios”

La misión de evangelizar es para todos los cristianos, por eso a los miembros del Regnum Christi nos enriquece la participación de otras realidades eclesiales en las misiones de Juventud y Familia Misionera. Hoy hemos entrevistado a Pablo Galiot, seminarista diocesano de Madrid, que tiene 22 años y está en cuarto curso en el seminario de Madrid. Lleva varias semanas santas acudiendo a Murcia con Juventud Misionera y nos cuenta en esta entrevista su experiencia de compartir una misión, la misión de llevar a Cristo.

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¿Cuánto tiempo llevas yendo de misiones?
Desde pequeño he ido de misiones todos los años con mi familia, ayudando en zonas rurales donde no había mucha presencia de sacerdotes. En primero de carrera estuve con Juventud Misionera en Murcia, y desde que estoy en el seminario, he tenido también la suerte de poder ir todos los veranos de misiones a evangelizar y dar a conocer a Cristo.

¿Cómo interactúan el Regnum Christi y la Iglesia diocesana para poder evangelizar en conjunto?
Creo que van muy de la mano. El Regnum Christi busca con su espiritualidad extender el Reino de Cristo y, para ello, colabora con la Iglesia diocesana asistiéndola en las necesidades que pueda tener a través de actividades para jóvenes, misiones para las familias, ayudando en pueblos y también en parroquias en la ciudad. En definitiva, somos todos miembros de un mismo Cuerpo, que es la Iglesia. Ayudarnos unos a otros es la mejor manera de dar testimonio y de llevar el mensaje de Cristo.

¿Por qué vas de misiones con Juventud Misionera? ¿Qué te llama más la atención de este apostolado?
Voy porque me hace muy feliz. Creo que ayuda mucho a vivir la invitación de Jesús: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio” de una manera muy natural, con un montón de jóvenes de toda España y, no hay que negarlo, te lo pasas muy bien. Lo que más me llama la atención es que se da un testimonio muy grande de alegría y de que, a pesar de lo que pueda pensar la sociedad, sigue habiendo jóvenes (y van muchísimos) que han tenido una experiencia del amor de Dios, y eso es lo que quieren transmitir a la gente.

¿Cuál es tu experiencia personal de misiones?
La verdad es que cada misión ha sido distinta, pero si pudiera ver en todas un factor común, es la sed que tiene la gente de Dios. Al final, cuando uno no encuentra sentido a su vida o a su dolor o a una situación concreta que le ha ocurrido, pues sufre mucho. Y dar a conocer a Cristo como el Salvador, como Aquel que da sentido a todo y el que tiene las respuestas a mis preguntas es, sin duda, la mayor ayuda que podemos dar a los demás. Haciendo felices a las personas es como Dios nos hace felices a nosotros.

¿Te has encontrado con Cristo en esta experiencia?
Sin duda, a través de las personas con las que he estado. Creo que es una experiencia en la que te encuentras con Dios, con los demás y también contigo mismo, pues te ayuda a darte cuenta de muchas cosas que, gracias al ejemplo de los demás, ves que tienes que cambiar. Mi experiencia es que ves a Cristo en todo: en la alegría de ese niño, en las lágrimas de esa madre, en la soledad de ese anciano… Ahí es donde Cristo tiene una palabra para darme. Muchas veces pensamos que somos nosotros los que vamos a dar a conocer a Cristo y evangelizar, y resulta que los evangelizados somos también nosotros.