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| José Noé con los alumnos de primaria en el día del prefecto. |
La semana pasada, los alumnos y profesores de primaria masculino en Everest School Monteclaro celebraron el día del prefecto de disciplina. Todos han agradecido de manera especial la entrega, dedicación, ilusión y profesionalidad de José Noé, el encargado de velar por la formación integral de los chicos. Hemos entrevistado a José para que puedas conocer más de cerca quién es él, cómo sus estudios en Filosofía le acercan más a sus alumnos y cómo él disfruta de su trabajo. Si no sabías en qué consiste la figura del prefecto de disciplina, lo sabrás después de leer esta entrevista.
¿Quién eres y qué hace un prefecto de disciplina?
Me llamo José Noé Patiño, actualmente soy prefecto de disciplina en el Colegio Everest pero durante muchos años he trabajado en puestos de educación en México, Italia e Irlanda. Un prefecto de disciplina es ante todo un educador y un formador de todos aquellos momentos no académicos de la vida de un alumno en el colegio. Me encargo de acompañarlos en los patios, en el comedor, su uniformidad, su puntualidad... e intentar en esos momentos ir moldeando y forjando las virtudes cristianas y humanas.
¿Por qué debería incluir esta figura cualquier colegio?
Ante todo porque es una figura de referencia para los niños en toda etapa ya sea de Primaria o de Secundaria y por que va conociendo a los alumnos y es capaz de valorar los progresos o problemas de los niños con los años. Es necesario por que quita mucho trabajo a los profesores ayudándoles a dar un seguimiento a alumnos que lo necesitan más y hace posible que la clase siga su ritmo normal.
¿Desde cuándo trabaja en Everest School Monteclaro?
En el 2012 empecé como prefecto de disciplina en Secundaria, y en 2013 pasé a Primaria.
¿Qué estudios tiene que tener un prefecto? ¿Y qué estudios tiene usted?
Bueno, ante todo, más que estudios es necesario un gran corazón y una gran paciencia. Ser muy observador y conocedor del corazón humano y especialmente el de los niños. Yo soy Licenciado en Filosofía, especializado en la rama de antropología, y esto me ayuda mucha para poder observar y aconsejar.
¿Cómo es su relación con los alumnos?Intento tener una relación muy cercana y crear un clima de confianza con ellos. Es cierto que por mi puesto es necesaria una autoridad para poder crear ese clima de orden y respeto en el Colegio. Es imprescindible saber conjugar el cariño y la comprensión con una sana exigencia. Esto es quizás lo más difícil pues tienen que entender que las llamadas de atención, las correcciones... son por su bien y para hacerles mejor.
¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?
Con el tiempo han ido apareciendo cada vez más cosas que me gustan. Al inicio no eres capaz de vislumbrar el lado positivo, pues parece que todo el trabajo está basado en lo negativo del Colegio. Hoy no puedo decir eso, pues hay muchos momentos que me encantan.
Pero lo que más me gusta es la cercanía y confianza que con los años he ido creando en los alumnos. Te cuentan sus problemas, pero también sus sueños, sus ilusiones y anhelos... esto no lo cambiaría por nada del mundo. En los más pequeños sus sonrisas y sus ganas de aprender, su gran cariño por Jesús y su amistad hacía sus compañeros. Y, cómo no, me encanta verlos felices en el Cole o cuando años después pasan a saludarte y agradecerte todo lo que hiciste por ellos.
Me llamo José Noé Patiño, actualmente soy prefecto de disciplina en el Colegio Everest pero durante muchos años he trabajado en puestos de educación en México, Italia e Irlanda. Un prefecto de disciplina es ante todo un educador y un formador de todos aquellos momentos no académicos de la vida de un alumno en el colegio. Me encargo de acompañarlos en los patios, en el comedor, su uniformidad, su puntualidad... e intentar en esos momentos ir moldeando y forjando las virtudes cristianas y humanas.
¿Por qué debería incluir esta figura cualquier colegio?
Ante todo porque es una figura de referencia para los niños en toda etapa ya sea de Primaria o de Secundaria y por que va conociendo a los alumnos y es capaz de valorar los progresos o problemas de los niños con los años. Es necesario por que quita mucho trabajo a los profesores ayudándoles a dar un seguimiento a alumnos que lo necesitan más y hace posible que la clase siga su ritmo normal.
¿Desde cuándo trabaja en Everest School Monteclaro?
En el 2012 empecé como prefecto de disciplina en Secundaria, y en 2013 pasé a Primaria.
¿Qué estudios tiene que tener un prefecto? ¿Y qué estudios tiene usted?
Bueno, ante todo, más que estudios es necesario un gran corazón y una gran paciencia. Ser muy observador y conocedor del corazón humano y especialmente el de los niños. Yo soy Licenciado en Filosofía, especializado en la rama de antropología, y esto me ayuda mucha para poder observar y aconsejar.
¿Cómo es su relación con los alumnos?Intento tener una relación muy cercana y crear un clima de confianza con ellos. Es cierto que por mi puesto es necesaria una autoridad para poder crear ese clima de orden y respeto en el Colegio. Es imprescindible saber conjugar el cariño y la comprensión con una sana exigencia. Esto es quizás lo más difícil pues tienen que entender que las llamadas de atención, las correcciones... son por su bien y para hacerles mejor.
¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?
Con el tiempo han ido apareciendo cada vez más cosas que me gustan. Al inicio no eres capaz de vislumbrar el lado positivo, pues parece que todo el trabajo está basado en lo negativo del Colegio. Hoy no puedo decir eso, pues hay muchos momentos que me encantan.
Pero lo que más me gusta es la cercanía y confianza que con los años he ido creando en los alumnos. Te cuentan sus problemas, pero también sus sueños, sus ilusiones y anhelos... esto no lo cambiaría por nada del mundo. En los más pequeños sus sonrisas y sus ganas de aprender, su gran cariño por Jesús y su amistad hacía sus compañeros. Y, cómo no, me encanta verlos felices en el Cole o cuando años después pasan a saludarte y agradecerte todo lo que hiciste por ellos.
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