El H. Miguel Herrera con su madre Lavinia, profesora en Highlands School Sevilla |
El Sevilla ha celebrado la semana vocacional en las secciones del Regnum Christi y en el colegio Highlands School Sevilla. Y durante estas jornadas estuvieron invitados a aportar su testimonio la consagrada Julian Frommling y los novicios legionarios de Salamanca, entre los que se encontraba el H. Miguel Herrera, antiguo alumno de Highlands.
Julian Frommling, consagrada del Centro de formación de Cerro del Coto, en Madrid, ofreció su testimonio a todas las clases de secundaria femenina y en las aulas de 4º, 5º y 6º de primaria. Les contó su vocación y también dirigió una adoración en la que animó a las niñas a pedir el don de la fe a Dios.
Los novicios de la Legión de Cristo, por su parte, también pasaron dando su testimonio por las clases de secundaria y bachillerato masculino. Gonzalo nos cuenta que en su clase, los religiosos les preguntaron si tenían dudas de fe, y que si alguno las tenía que supiesen que eso es normal: “Que es imposible comprender un misterio tan grande como Dios. Y que busquemos ayuda en la comunión diaria, en la Misa y le pidamos a Dios el don de la fe. Que Dios tiene mucho más poder que el mal”.
Otro compañero preguntó a los seminaristas: “¿Si Dios quiere que creamos en Él por qué no nos deja verlo?”. “Para darnos la libertad de creer y para no sentirnos obligados, ya que si lo viésemos así perderíamos el don de creer sin ver”, respondió uno de los novicios.
Julian Frommling, consagrada del Centro de formación de Cerro del Coto, en Madrid, ofreció su testimonio a todas las clases de secundaria femenina y en las aulas de 4º, 5º y 6º de primaria. Les contó su vocación y también dirigió una adoración en la que animó a las niñas a pedir el don de la fe a Dios.
Los novicios de la Legión de Cristo, por su parte, también pasaron dando su testimonio por las clases de secundaria y bachillerato masculino. Gonzalo nos cuenta que en su clase, los religiosos les preguntaron si tenían dudas de fe, y que si alguno las tenía que supiesen que eso es normal: “Que es imposible comprender un misterio tan grande como Dios. Y que busquemos ayuda en la comunión diaria, en la Misa y le pidamos a Dios el don de la fe. Que Dios tiene mucho más poder que el mal”.
Otro compañero preguntó a los seminaristas: “¿Si Dios quiere que creamos en Él por qué no nos deja verlo?”. “Para darnos la libertad de creer y para no sentirnos obligados, ya que si lo viésemos así perderíamos el don de creer sin ver”, respondió uno de los novicios.
Julian Frommling, en un momento de su testimonio en el colegio |
El hermano Miguel Herrera, antiguo alumno de Highlands School Sevilla e hijo de Lavinia, profesora del colegio, también compartió su experiencia gozosa de estos años en el seminario.
Encuentro de la FamiliaRC en las secciones
Las secciones de adultos y jóvenes también celebraron la semana vocacional. Contaron como invitados especiales en esta ocasión con los novicios: participaron todos en Misa, contaron sus vocaciones, explicaron su día a día en el seminario y compartieron un aperitivo que les prepararon los equipos de señoras.
Diego, que estudió en Sevilla en la Universidad Pablo Olavide hasta tercero de Ciencias Políticas, contó que Sevilla es la ciudad que más quiere del mundo, aunque él es de un pueblo de Huelva, ya que en esta ciudad fue donde se perdió y donde se encontró con Dios. Explicó cómo, un día cuando estaba totalmente alejado de Él, hundido y perdido, oyó a Dios que le decía: “No tires la vida que te he regalado”, y en un momento se vio hablando con un sacerdote, confesando y comenzando de nuevo. Pasó ese año muchísimo tiempo en San Onofre (una capilla de adoración perpetua) donde encontró su salvación, y comenzó su vocación de amor a Dios: “La parte de mi corazón que estaba destinada a amar a una mujer, ahora está llena de Dios”.
Alejandro, otro seminarista, pedía oraciones porque el camino es largo, aproximadamente 12 años, y cuesta. Como explicaba una señora de la sección: “Pensemos que toda la formación que ellos reciben es para nosotros, para dárnoslo a nosotros, debemos estar cerca de ellos, apoyarlos en lo que podamos y orar mucho”. El propósito de las señoras del Regnum Christi, al acabar el encuentro, fue justamente este: adoptar cada una a un seminarista, velar y rezar por él.
Encuentro de la FamiliaRC en las secciones
Las secciones de adultos y jóvenes también celebraron la semana vocacional. Contaron como invitados especiales en esta ocasión con los novicios: participaron todos en Misa, contaron sus vocaciones, explicaron su día a día en el seminario y compartieron un aperitivo que les prepararon los equipos de señoras.
Diego, que estudió en Sevilla en la Universidad Pablo Olavide hasta tercero de Ciencias Políticas, contó que Sevilla es la ciudad que más quiere del mundo, aunque él es de un pueblo de Huelva, ya que en esta ciudad fue donde se perdió y donde se encontró con Dios. Explicó cómo, un día cuando estaba totalmente alejado de Él, hundido y perdido, oyó a Dios que le decía: “No tires la vida que te he regalado”, y en un momento se vio hablando con un sacerdote, confesando y comenzando de nuevo. Pasó ese año muchísimo tiempo en San Onofre (una capilla de adoración perpetua) donde encontró su salvación, y comenzó su vocación de amor a Dios: “La parte de mi corazón que estaba destinada a amar a una mujer, ahora está llena de Dios”.
Alejandro, otro seminarista, pedía oraciones porque el camino es largo, aproximadamente 12 años, y cuesta. Como explicaba una señora de la sección: “Pensemos que toda la formación que ellos reciben es para nosotros, para dárnoslo a nosotros, debemos estar cerca de ellos, apoyarlos en lo que podamos y orar mucho”. El propósito de las señoras del Regnum Christi, al acabar el encuentro, fue justamente este: adoptar cada una a un seminarista, velar y rezar por él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por darnos tu opinión