Según nos cuenta el P. Jacobo “acudimos el pasado fin de semana a estos sitios para acercarnos a la Virgen María bajo la advocación de la Virgen de los Desamparados y a la Catedral de Valencia por custodiar el Cáliz de la Última Cena”, dos lugares muy relacionados con el sacramento que van a recibir estos alumnos del colegio.
Se trata de unas jornadas de convivencia que siempre son bienvenidas, pues padres e hijos conviven, juegan y tienen momentos para compartir inquietudes que en el día a día no siempre se dan. Según nos cuenta otro de los peregrinos, una de las visitas de las que guardan mejor recuerdo fue la convivencia y la paella que comió el grupo en la apostólica de Vall de Flors, en donde tuvieron un rato de descanso durante el fin de semana.
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