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18 de enero de 2018

Javier Sanz, antes y después de Effetá: "He salido sabiendo el amor que Dios me tiene"

Javier Sanz Barbero -el primero de izquierda a derecha en la imagen- tiene 24 años y estudia 2º de Comunicación Audiovisual en la Universidad Francisco de VitoriaAdemás fue uno de los más de 70 jóvenes que acudieron al Retiro de Effetá que organiza la UFV pero que está abierto a todos los jóvenes que lo deseen.

Javier lleva alrededor de 12 años vinculado a la Fraternidad de Agrupaciones de Santo Tomás de Aquino (FASTA). "Una de las consignas de mi movimiento es 'Sálvate salvando', y he visto que puedo formar parte de eso", explica Javier en esta entrevista donde comparte sus impresiones sobre este fin de semana en el que, subraya, ha vivido cómo Dios le ha tocado tanto a él como a otros.

A continuación extraemos extraemos algunas de las palabras más significativas del diálogo que ha tenido con LomásRC.





"Buscaba que Dios volviese a tocarme"
Siempre he sido católico de misa de domingo, confesión regular, etc. Pero hace cuatro años tuve una crisis. Se cayó mi mundo profesional. Salí de la carrera, discerní si entrar o no en el seminario. Mi vida espiritual se había "caído" y empezaron a resentirse mis relaciones con mi familia y mis amigos. Creo que me dí cuenta pronto y decidí remar a contracorriente. Empecé a buscar y esa búsqueda me ha llevado a Effetá. Buscaba que Dios volviese a tocarme. 

Con eso me he encontrado. En cierto sentido, me creía el dueño de mi vida, pero en Effetá he descubierto que tenía que darle mis riendas a Cristo.

"Ya me sonaba de algo..."
Dos personas me invitaron el año pasado en la universidad a ir al retiro, pero no pude. En mi casa, vive un joven de acogida que también ha ido. El tema ya me sonaba de algo. Y en clase, cuando Miguel Ortega, mi profesor, lo volvió a decir, sabía que tenía que apuntarme.

"Dios me tiene a mí y ocurre en otros"

El Señor actúa en todos. Effetá, para mí, también ha sido eso: que ocurre en otros, que viven lo que yo estoy viviendo, que hay algo que compartimos. Realmente, no sabía a lo que iba, pero he salido sabiendo que he vuelto a notar el amor de Dios, que Dios me tiene. Y siento que, después del retiro me ha transmitido un mensaje para mi vida: "Sigue caminando". Una de las consignas de mi movimiento es "Sálvate salvando" y eso también lo he visto cumplido, que puedo formar parte de esa frase.

"¿Y después del Retiro? Hay que recordar sus frutos y ponerlos por obra"
Después de Effetá la realidad sigue siendo la misma. Yo he recibido estos días el cómo la fe teórica que yo tenía pasa sí o sí por la realidad. Considero que, para que no se apaguen los frutos del retiro, hay que recordarlos constantemente, interiorizarlos y ponerlos por obra, porque también es bueno que la fe teórica encuentre ese reflejo en la realidad de cada uno.




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