Incorporaciones al Regnum Christi | Gemma Ruiz Valera: “La UFV me ha ayudado a reencontrarme en y con Cristo”

Raquel, Marta y Gemma se acaban de incorporar al Regnum Christi. Lo hicieron en la capilla de la Universidad Francisco de Vitoria, donde trabajan. Hemos podido hablar con una de ellas, Gemma Ruiz Varela, y nos ha contado que lo que más le ha gustado del Regnum Christi es “la felicidad que transmiten aquellas personas que tienen a Cristo en el centro de su vida, el brillo en sus ojos, la sonrisa sincera... me siento en familia”. También nos habla de “Cirineos”: “Una pequeña-gran familia de personas que hemos sufrido una ruptura matrimonial y que, gracias a la Universidad Francisco de Vitoria y al Padre Florencio, nos unimos en el sufrimiento para encontrarle un Sentido”. Gemma estuvo acompañada por sus hijos, sus padres, un grupo de amigos y amigas de la Universidad, así como por su responsable y el resto de sus compañeras del equipo.

(Seguir leyendo)

¿Cómo conociste el Movimiento?

En la Universidad Francisco de Vitoria, cuando entré aquí a trabajar hace 6 años.

¿Cómo has vivido este tiempo de conocimiento de Regnum Christi hasta que te incorporaste?

Han sido años muy duros a nivel personal y familiar, pero muy reconfortantes a nivel profesional y humano. La Universidad me ha ayudado a encontrarme y a reencontrarme en y con Cristo. Mi incorporación no ha sido precipitada... ha sido una llamada después de un proceso de búsqueda constante que no acaba, sino que empieza ahora con un Sentido profundo. Siempre digo que Dios me habla a través de mis hijos, y el día de Cristo Rey, en la celebración en el Centro Deportivo de la Universidad, a la que acudí con mis padres y mis hijos, mi hija pequeña, Blanca, que tenía 5 años me hizo una preguntas: "Mamá... ¿toda esta gente es amiga de Jesús? ¿De verdad?". A lo que yo le respondí: "Sí cariño, todos, y son de un club de amigos de Jesús que se llama Regnum Christi"... Y ella, que me hablaba en palabras de Cristo, me dijo: "¿Y tú por qué no te apuntas a este Club? Me encanta". Y ahí lo vi claro. Era su llamada.

¿Qué ha sido lo que más te ha gustado del Movimiento?

La felicidad que transmiten aquellas personas del Movimiento que tienen a Cristo en el centro de su vida, el brillo en sus ojos, la sonrisa sincera... me siento en familia. Me hace sentir pequeña y grande a la vez, y me ha hecho comprender que no soy dueña de nada, que todo le pertenece al Señor.

Te incorporas al Regnum Christi en un momento de revisión de sus estatutos y tras unos años complejos: ¿Cómo vive este proceso una persona que acaba de llegar?

Los años complejos los he vivido como espectadora, escuchando opiniones diversas, y con pena por el sufrimiento que he visto en muchas personas a mi alrededor. Pero por otro lado, me siento profundamente orgullosa del avance que sé que Regnum Christi ha hecho en estos años, de la apertura en la escucha, de la mirada directa al corazón... de la unión seria y responsable.

Yo que soy muy luchadora y que, gracias a la ayuda del Señor, ninguna piedra en el camino me ha tumbado del todo, me siento identificada en el dolor y en la lucha en el sufrimiento. El dolor y el sufrimiento tienen un Sentido. El Regnum Christi ha sabido encontrar ese Sentido en la ruptura.

En la Universidad participas en un grupo que se llama 'Cirineos'. ¿Puedes compartirnos tu experiencia?

Es una pequeña-gran familia de personas que hemos sufrido una ruptura matrimonial y que, gracias a la Universidad Francisco de Vitoria y al P. Florencio, nos unimos en el sufrimiento para encontrarle un Sentido. Probablemente hace años este grupo no se habría planteado en el Regnum Christi, no lo sé. Pero sí sé que ahora es necesario, que nos necesitamos, nos ayudamos, escuchamos, miramos y callamos. Nos enseñamos a dejar las lágrimas negras, para llorar lágrimas blancas. Nos acompañamos. Nos queremos en nuestra miseria y debilidad que, al final, nos hace grandes y únicos. El jarrón roto que ha pegado sus trozos no tiene por qué ser peor que el jarrón original. Eso es Regnum Christi.