Una hora entera estuvo hablando con los 130 misioneros de Familia Misionera Barcelona, respondiendo a las preguntas de los niños, y charlando como si de
una gran sobremesa de familia se tratase. Como hace el Papa. El Obispo de
Teruel, don Antonio Gómez Cantero, les habló de su camino vocacional y de cómo compartir
a Jesús hoy. Hasta les dio una receta, porque a don Antonio no le gusta el
fútbol y prefiere no llegar a ser Papa, pero sí le gusta cocinar (y la música,
y escribir…).
Es tradición desde hace muchos años que las familias
misioneras de Barcelona que acompañan a 5 párrocos en la diócesis de Teruel
durante la Semana Santa hagan una visita al Obispo al final de las misiones. Es
la primera vez con don Antonio, pues fue designado por el Papa en noviembre para
ser Obispo de Teruel-Albarracín, y ordenado obispo el pasado 21 de enero.
Les recibió en
el patio de la sede episcopal, porque no cabían en otro lado. "Él se sentó,
y de una forma muy divertida hizo sentarse a su lado a dos de nuestros misioneros
adolescentes”, cuenta Tote García, que desde su juventud, y después con su marido y
sus cinco hijos ha vivido siempre la Semana Santa de misiones.
Durante una hora
respondió a las preguntas de los niños. Después de contestarle a uno que no era
de ningún equipo porque no le gusta el fútbol, otro le preguntó qué cosas le
gustaban a él entonces. “Nos contó curiosidades sobre su vida: su participación
en la película de los mártires de Barbastro, que le encanta escribir, escuchar
música, y cocinar: Nos sorprendió a todos cuando nos dijo que le encantaba
cocinar ¡hasta nos dio una receta de cocina!”. La receta era un sofrito de
gambas y setas.
Bajo el
signo de Emaús: la ‘receta’ para la evangelización en el siglo XXI
Con sus respuestas
fue contándoles muchas cosas también sobre su vida: cómo fue descubriendo su
vocación, qué pensó cuando el nuncio le comunicó que era nombrado obispo… “Nos
dejó claro que prefería no ser Papa, y nos explicó su lema episcopal 'Bajo
el signo de Emaus'”, recuerda Tote. “Esto fue muy bonito porque nos dijo que,
para él, el texto de Emaús era el texto que mejor explicaba cómo evangelizar en
el siglo XXI: primero, acompañar a la gente en el camino de su vida,
escucharles, acogerles y luego mostrarles la Eucaristía para que, una vez que 'vean' se lancen ellos también a la misión”, concluye.
Las familias misioneras de Barcelona han sido este año 23. En
total, 130 misioneros entre niños (74), adultos (49), acompañados por 4 legionarios de Cristo y
dos consagradas del Regnum Christi.
Durante la Semana Santa de 2017 han estado de misiones en Teruel por duodécimo año, en las zonas de Sierra de
Albarracín, Maestrazgo, Utrilla y Bronchales, ayudando a 5 párrocos con muchos
pueblos y núcleos rurales a su cargo.
[Este año 2017, son 960 las personas que han ayudado con este apostolado de Regnum Christi a 26 párrocos en zonas rurales de 11 provincias: Asturias,
Ávila, Albacete, Cáceres, Castellón, León, Sevilla, Palencia, Teruel, Huesca y
Murcia. 268 son jóvenes; 385 son
niños y adolescentes, y 244 son adultos. A ellos se suman 32 legionarios de
Cristo, 29 consagradas y 1 consagrado del Regnum Christi].
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