Algunas de las asistentes han explicado a LomásRC cómo fue su experiencia.
“Se trata de una parroquia en la que hace 3 años no había sagrario ni se celebraban sacramentos, la gente comía sobre el altar... La situación fue tal –nos explica Ana- que el arzobispo de Madrid le pidió al P. Gonzalo encargarse de ella. La vida de la parroquia ha cambiado: ahora se puede ir a rezar al sagrario, hay bautizos, comuniones, bodas, confesiones, catequesis... Además de un gran número de actividades orientadas a los niños y jóvenes como talleres de ajedrez, guitarra y hasta un equipo de fútbol que por primera vez en la historia ha ganado la liga en la que juegan a pesar de no tener equipación", nos cuentan.
También desarrollan un gran trabajo social repartiendo semanalmente 9000 kilos de comida: 4500 se los da el Banco de Alimentos y los otros 4500 los consigue el P. Gonzalo.
Las jóvenes le preguntaron si Cáritas le ayuda, y les dijo que sí, pero que si él puede conseguir por ejemplo una nevera de segunda mano, ahorra ese dinero: "el dinero de Cáritas es de los cristianos y el día de mañana tendré que dar cuentas de este dinero", les explicaba. Si puede lograr algo en lugar de pedir a Cáritas, lo hace para que el dinero de Cáritas pueda ir a otros con más dificultad para obtener recursos.
"El P. Gonzalo nos acompañó a la iglesia", nos cuenta una de las formadoras "y nos invitó a rezar. Cuál fue nuestra sorpresa cuando él se puso a orar en voz alta, a pedir por nuestras familias, nuestros problemas, nuestros estudios, por nosotras... ¡Con la cantidad de necesidades por las que él tendrá que rezar por sus parroquianos! No se puede ser más generoso. Lo que sí nos pidió fueron oraciones por él y su parroquia, y para que las niñas que estuvieron allí con él nunca pierdan la luz que tenían en los ojos 'algo que las de la UVA la han perdido'" -nos dijo el P. Gonzalo.
Yaye, una de las chicas del ECYD que participó en la convivencia, explica que “las historias que nos contaba el P. Gonzalo eran duras, dolorosas y desagradables, lo que me ha hecho ver lo afortunada que soy de vivir donde vivo, contar con personas que me quieren y se preocupan por mí”. Y continúa: “Me llegó al corazón la frase que nos dijo: ‘Cada suspenso nuestro es un insulto para las niñas de la UVA de Vallecas".
Las jóvenes le preguntaron si Cáritas le ayuda, y les dijo que sí, pero que si él puede conseguir por ejemplo una nevera de segunda mano, ahorra ese dinero: "el dinero de Cáritas es de los cristianos y el día de mañana tendré que dar cuentas de este dinero", les explicaba. Si puede lograr algo en lugar de pedir a Cáritas, lo hace para que el dinero de Cáritas pueda ir a otros con más dificultad para obtener recursos.
"El P. Gonzalo nos acompañó a la iglesia", nos cuenta una de las formadoras "y nos invitó a rezar. Cuál fue nuestra sorpresa cuando él se puso a orar en voz alta, a pedir por nuestras familias, nuestros problemas, nuestros estudios, por nosotras... ¡Con la cantidad de necesidades por las que él tendrá que rezar por sus parroquianos! No se puede ser más generoso. Lo que sí nos pidió fueron oraciones por él y su parroquia, y para que las niñas que estuvieron allí con él nunca pierdan la luz que tenían en los ojos 'algo que las de la UVA la han perdido'" -nos dijo el P. Gonzalo.
Yaye, una de las chicas del ECYD que participó en la convivencia, explica que “las historias que nos contaba el P. Gonzalo eran duras, dolorosas y desagradables, lo que me ha hecho ver lo afortunada que soy de vivir donde vivo, contar con personas que me quieren y se preocupan por mí”. Y continúa: “Me llegó al corazón la frase que nos dijo: ‘Cada suspenso nuestro es un insulto para las niñas de la UVA de Vallecas".
El párroco explicó a las adolescentes algunas anécdotas simpáticas para que conocieran a sus parroquianos. Una de las asistentes recuerda ésta: “Cuando el P. Gonzalo puso el sagrario en la parroquia era el día Navidad, y dentro colocó a un niño Jesús para que todos vieran que Jesús iba a nacer y ya se quedaría para siempre en el sagrario. En seguida, un niño que nunca había visto un sagrario le dijo: 'Padre: “Vaya microondas chulo que se ha marcado'”.
Entre las historias de la parroquia de San Juan de Dios hay que contar, nos explica otra chica del grupo, la del “Cristo de madera que hizo un presidiario, que estuvo 22 años en la cárcel y tardó 5 en terminarlo. Cuando consiguió la libertad lo regaló a la parroquia, y el año pasado lo sacaron en procesión el Jueves Santo. Lo llevan en plan legión, 36 ex presidiarios y 7 presidiarios. Primero lo besan y luego lo cargan”.
El P. Gonzalo invita a los jóvenes de Madrid a ayudarle. Necesita jóvenes bien formados para clases de apoyo por las tardes a niños, para entrenar equipo de fútbol, monitores para que este verano los acompañen a San Javier de campamento...: “Lo único que puede salvar a los jóvenes de la UVA es romper su círculo y que vean que hay algo fuera por lo que luchar”.
Entre las historias de la parroquia de San Juan de Dios hay que contar, nos explica otra chica del grupo, la del “Cristo de madera que hizo un presidiario, que estuvo 22 años en la cárcel y tardó 5 en terminarlo. Cuando consiguió la libertad lo regaló a la parroquia, y el año pasado lo sacaron en procesión el Jueves Santo. Lo llevan en plan legión, 36 ex presidiarios y 7 presidiarios. Primero lo besan y luego lo cargan”.
El P. Gonzalo invita a los jóvenes de Madrid a ayudarle. Necesita jóvenes bien formados para clases de apoyo por las tardes a niños, para entrenar equipo de fútbol, monitores para que este verano los acompañen a San Javier de campamento...: “Lo único que puede salvar a los jóvenes de la UVA es romper su círculo y que vean que hay algo fuera por lo que luchar”.
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